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Atutxa pide la nulidad de la sentencia del Tribunal Supremo que le impide ejercer como cargo público

  • El T.S les condenó por no disolver el grupo de SA en la pasada legislatura
  • Atutxa, Knorr y Bilbao recurrirán en amparo ante el Tribunal Constitucional
  • Se sienten 'injustamente' tratados por la Justicia y acusan de parcial la sentencia

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La defensa de los miembros de la anterior Mesa del Parlamento vasco Juan María Atutxa (PNV), Gorka Knorr (EA) y Kontxi Bilbao (EB) recurrirán en amparo ante el Tribunal Constitucional y presentarán un incidente de nulidad de la sentencia del Tribunal Supremo.

Atutxa, Knorr y Bilbao fueron condenados a penas de inhabilitación para el ejercicio de cargos públicos y multa por no disolver, como ordenó el Supremo, el grupo de Sozialista Abertzaleak en la pasada legislatura en el Parlamento vasco.

El abogado de los condenados, Alberto Figueroa, ha explicado en una rueda de prensa en Bilbao que presentarán el incidente de nulidad basándose en que el ponente de la sentencia, Manuel Marchena, "debió abstenerse" al entender que el  magistrado ocupó en 2003 el cargo de fiscal jefe de la secretaria general del entonces fiscal general del Estado, Jesus Cardenal, y fue "su mano derecha". Este hecho, en su opinión,  "invalida la imparcialidad" de la sentencia.

Además de esta medida, la defensa de Atutxa, Knrr y Bilbao tienen  previsto, como anunciaron el pasado día 16, presentar un recurso de  amparo ante el Tribunal Constitucional, en base a la vulneración de los derechos de igualdad, de un proceso con "todas las garantías  exigibles" y de la presunción de inocencia. Asimismo, solicitará a  este tribunal la suspensión de la ejecución de la sentencia.

El ex presidente de la Cámara, Juan María Atutxa, y Kontxi Bilbao han comparecido en una rueda de prensa en Bilbao, acompañados del letrado Alberto Figueroa y apoyados por diversos cargos del PNV y EB,  tras hacerse público el contenido de esta sentencia el pasado 16 de abril.

Han asegurado seguraron sentirse "injustamente  tratados por la Justicia" y reiteraron la "firmeza" en su actuación,  insistiendo en que "no fuimos desobedientes" y mantuvieron su  "dignidad" personal e institucional. En cualquier caso, se mostraron  convencidos de que "la última palabra está por decir" y que, por  tanto, el caso "va a tener un buen final".