La batalla Clinton-Obama se traslada a Indiana
- Las primarias se celebrarán el 6 de mayo y las encuestas están muy apretadas
- El estado es limítrofe con Illinois, por el que es senador Obama, lo que le da ventaja
- Matemáticamente, la senadora tiene muy difícil recuperar la desventaja frente al adversario
La carrera por la candidatura presidencial demócrata tiene ya un nuevo estado "crucial", Indiana, que celebra elecciones primarias el próximo 6 de mayo y donde Hillary Clinton vuelve a jugarse el pellejo.
Los asesores de la senadora por Nueva York, que disputa la candidatura presidencial demócrata con el también senador Barak Obama, parecen tener claro que Indiana es crucial. "Prácticamente todo el mundo en la campaña está de acuerdo en que tenía que ganar en Pensilvania (donde se hizo con la victoria anoche) e Indiana", dijo un asesor de Hillary en declaraciones que recoge The New York Times.
Y no sólo eso, sino que varios de los asesores de la ex primera dama estadounidense aseguraron a ese rotativo, bajo condición de anonimato, que le recomendarán retirarse si no gana en Indiana.
Obama juega cerca de casa
El estado es limítrofe con Illinois, la tierra adoptiva de Obama y por la que es senador, lo que podría jugar a favor de éste, pero tiene también una amplia clase blanca obrera, que favoreció a Hillary en Pensilvania y ha respaldado también a la senadora en otros estados como Ohio.
"Si tuviera que apostar lo haría por Obama, pero no apostaría mucho", bromea James McCann, un profesor de Indiana, quien explica que la región noroeste del estado, próxima a Chicago, debería respaldar al senador, quien desarrolló su carrera política en esa ciudad de Illinois.
Distintas son las cosas en el sur de Indiana, donde los votantes demócratas son más tradicionales y abunda la clase obrera trabajadora que ha sabido cortejar a Clinton.
Encuestas muy apretadas
Una media de varias encuestas realizadas en Indiana entre finales de marzo y mediados de abril que recoge el sitio Real Clear Politics deja constancia de lo ajustados que están los márgenes, al situar a Clinton en cabeza con un 46% de la intención de voto y Obama pisándole los talones con el 43,8.
Por lo demás, los analistas recuerdan que la victoria de Clinton en Pensilvania por 10 puntos porcentuales, según los recuentos preliminares, subraya los problemas de Obama para atraer a votantes que tradicionalmente han sido parte de la base demócrata. El senador logró el apoyo mayoritario de afroamericanos, estudiantes, votantes jóvenes, demócratas no religiosos y republicanos descontentos, pero no pudo convencer a la clase obrera trabajadora, ni a los demócratas de más edad, las mujeres, los católicos y los demócratas moderados, que votaron por Hillary.
Con 158 delegados en juego, Pensilvania era el estado más importante de los que quedan pendientes de votar antes del 3 de junio, cuando terminan las primarias demócratas. Clinton insiste en que los resultados de anoche confirman que su rival no es capaz de ganar en estados grandes y que se prevén cruciales en noviembre.
Matemáticamente, es casi imposible que la senadora por Nueva York logre superar a Obama, que tiene una ventaja de unos 150 delegados, según el último recuento de CNN.
Aun así, Hillary Clinton tratará de reducir esa ventaja al mínimo en las nueve primarias restantes para poder esgrimir el argumento ante la elite del partido -que probablemente elija al ganador- de que es ella la que tiene más posibilidades de desbancar al candidato republicano John McCain.
Obama, mientras tanto, se prepara para hacer frente a su rival con unas arcas mucho mejor pertrechadas. El senador recaudó 42 millones de dólares en marzo, frente a los 21 de Hillary, quien ha asegurado haber recibido tres millones de dólares en donaciones a través de internet tras su victoria en Pensilvania, pero que está aun lejos de alcanzar a su contendiente.