Madrid pide al INE que los rumanos y bulgaros no tengan que inscribirse en el registro de extranjeros

La Comunidad de Madrid ha solicitado en una carta a la presidenta del Instituto Nacional de Estadística (INE) Carmen Alcaide que los bulgaros y rumanos sean considerados ciudadanos comunitarios de pleno derecho a la hora de empadronarse. Precisamente Alcaide acaba de ser relevada de su cargo y el Consejo de Ministros ha nombrado a su sucesor Jaume García Villar, catedrático de Economía de la Universidad Pompeu Fabra.

El ejecutivo madrileño va a denunciar ante los tribunales al INE si no deroga definitivamente la instrucción del 27 de noviembre de 2007 que obliga a los ayuntamientos a exigir un certificado de inscripción en el Registro Central de Extranjeros a todos los europeos que quieran empadronarse.

Este registro da cita con seis meses de retraso, lo que está bloqueando el empadronamiento de muchos ciudadanos rumanos y búlgaros.

Inseguridad jurídica

Además, el consejero de Inmigración de la Comunidad de Madrid, Javier Fernández-Lasquetty, considera que es "una actitud poco seria, sin fundamento jurídico" porque este requisito no se pide al resto de los inmigrantes, ni tan siquiera a los que están en situación irregular, a los que sólo se les requiere el pasaporte y una fotocopia de la luz o el gas.

La situación se complica porque hace unos días, el INE suspendió esta instrucción, sin aclarar si esta medida tenía un carácter eventual o permanente.

La segunda instrucción establecía que no era necesario que los europeos se incribiesen en el registro de extranjeros "hasta que se normalice el correcto funcionamiento del proceso de expedición del correspondiente certificado".