El metano acerca Marte a Río Tinto
- La NASA encuentra este gas, propio de la atmósfera marciana, en el subsuelo de la mina
- Los análisis microbiológicos de esta zona permitirán determinar si es posible la vida en Marte
Las minas de Río Tinto y Marte está unidos por una fórmula: CH4. Se trata del gas metano, un combustible fósil altamente tóxico que se emite en los procesos de putrefacción y que está presente tanto en la atmósfera de Marte como en el subsuelo de Río Tinto.
"Ha sido una gran sorpresa", ha asegurado Ricardo Amils, del Centro de Astrobiología, que ha colaborado con la NASA en la recogida de muestras de la mina onubense.
En concreto, estos investigadores han descubierto que en el subsuelo de la mina hay bacterias capaces de producir metano, en un lugar donde la alta presencia de hierro y ácido de sulfúrico hacía poco probable la presencia de vida.
El hallazgo de estas bacterias ha llenado "de gozo y de dicha" a la NASA, ya que suponen un paso muy importante para determinar si hay vida o ha sido posible producir vida en el planeta rojo.
Un proyecto pare recrear Marte
De hecho, el objetivo del proyecto Río Tinto, comenzado por la Agencia Espacial Estadounidense en 2003, tiene como último objetivo la búsqueda de señales biológicas o indicios "de que la vida ha dejado su impronta o incluso que están actuando organismos vivos en el subsuelo", que se buscarían en Marte a posteriori.
Estos investigadores sabían que las bacterias de este río tienen un papel importante en el mantenimiento de las condiciones de acidez al metabolizar el hierro y el azufre, por lo que preveían encontrar organismos similares en el subsuelo, donde el agua subterránea interactúa con minerales de hierro y azufre.
Sin embargo, no esperaban encontrar metano en un lugar con una alta presencia de hierro y los científicos se han sorprendido ante el hallazgo de este gas y de bacterias capaces de producirlo.
Los análisis, en un año
La detección de metano se ha producido tras la culminación de la fase de obtención de muestras del subsuelo, en la denominada faja pirítica del Río Tinto. A partir de ahora se analizarán desde el punto de vista geológico y microbiológico. Los resultados estarán disponibles en un año.
Para este proyecto se ha realizado perforaciones de hasta 160 metros de profundidad para buscar microorganismos extremófilos en las fuentes del Río Tinto.
El desarrollo futuro del proyecto "Marte" consistirá en volver a perforar en Río Tinto "sabiendo lo que queremos estudiar y ahí los datos serán más duros", señala el investigador.