Un año sin pistas de Madeleine
- Madeleine McCann desapareció el 3 de mayo de un apartamento en Praia da Luz
- Los padres cenaban en ese momento en un restaurante del complejo hotelero
- Robert Murat fue el primer sospechoso pero no se pudo demostrar su implicación
- Los padres iniciaron una campaña mediática mundial para encontrar a su hija
- En septiembre pasaron de víctimas a sospechosos y fueron interrogados por la Policía
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"Se la han llevado". Con esta frase Kate McCann comenzó hace un año una triste historia, aún sin resolver, que dió la vuelta al mundo y que convirtió a Madeleine en la niña más buscada en el planeta. Hoy, tanto en Portugal como en el Reino Unido, se celebran misas en recuerdo de la pequeña y se encienden velas en su honor.
La pequeña Madeleine, llamada 'Madie' de forma cariñosa, desapareció el 3 de mayo de 2007 del apartamento en el que dormía con sus dos hermanos en la zona turística Praia da Luz de la costa del Algarve, en Portugal. Mientras los niños dormían en el Ocean Club, sus padres, los británicos Gerry y Kate McCann, cenaban con unos amigos en un restaurante situado a unos 50 metros, dentro del mismo complejo turístico.
Los padres de la pequeña desaparecida, dos médicos de 38 y 37 años que viven en Leicestershire, explicaron en numerosas ocasiones que hacían turnos para ir a vigilar a los pequeños que, a juicio del matrimonio, no corrían peligro a pesar de estar solos en la habitación del apartamento.
Esta tranquila zona turística del Algarve se convirtió durante meses en uno de los focos de interés mundial debido a la enorme repercusión que alcanzó este caso de desaparición, para cuya resolución los padres desarrollaron una espectacular campaña mediática. Esta campaña incluyó el lanzamiento de un portal de internet ,además de la creación de una fundación, con el fin de recaudar fondos para la búsqueda de la niña y racabar apoyos para la búsqueda de la pequeña.
Además, el matrimonio McCann realizó una "gira" que les llevó a varios países del mundo, incluído España, en la que fueron recibidos por el Papa Benedicto XVI.
El misterio se convirtió rápidamente en una de las características principales de esta historia en la que los padres pasaron de víctimas a verdugos tras ser declarados "sospechosos formales" (arguidos en el código penal luso) de la muerte accidental de la niña.
Las supuestas contradicciones en los testimonios de los acompañantes de Gerry y Kate McCann en la noche de la desaparición, el uso de tranquilizantes por parte de los padres para dormir a sus pequeños, una madre que califica de histérica a su hija Madeleine, los restros de sangre en el apartamento del Algarve y el rastro de ADN de Madeleine en el coche que el matrimonio utilizó 25 días después de la desaparición de la niña son algunos de los hechos que acrecentaron las sospechas en torno a los progenitores de la pequeña, que siempre han defendido su inocencia.
Además se encontró olor a cadáver en el maletero de Gerry y Kate y el peluche de la pequeña Madeleine. Este peluche, el favorito de la niña, junto al que dormía cada noche, se convirtió en un símbolo de la desaparición de la niña británica ya que su madre lo llevó en cada una de sus apariciones públicas.
Robert Murat fue el primer acusado de la desaparición de Madie, un británico-luso que reside con su madre muy cerca de la zona donde la pequeña desapareció. Finalmente no se pudo demostrar la participación de Murat, que había participado activamente en la búsqueda de la niña.
Tras una estancia de cuatro meses en la costa del Algarve, el matrimonio McCann volvió al Reino Unido en septiembre de 2007, aunque no abandonó la búsqueda de su hija y contrató los servicios de la agencia española Método 3, que asegura estar cerca de la pista de la pequeña y que ha centrado la investigación en la línea de un posible secuestro.
Los McCann mostraron en diferentes ocasiones sus reticencias a la forma de proceder de la policía de Portugal que, frente a la prensa inglesa, mostró sus dudas sobre las versiones de los hechos.
Pistas que después han sido falsas han llevado el rastro de la niña por Malta, Marruecos e incluso en España. La última búsqueda fue en el embalse de Arade, donde varios buzos hallaron una bolsa con huesos que finalmente resultaron ser restos de un cadáver de animal.
El padre de Madeleine ha insistido recientemente en su teoría que defiende que su hija está viva. En el programa que emitió la cadena británica ITV, el pasado 30 de abril, titulado "Madeleine. Un año después: Campaña por el cambio" llega a firmar que cree que su hija "está viva en algún lugar". "Realmente creo en ello", ha manifiestado Gerry McCann.
Además, tras conocer el caso de la pequeña niña onubense Mari Luz, presuntamente asesinada por un pederasta, los padres pidieron que se interrogara al presunto autor de la muerte de la pequeña, Santiago del Valle, para descartar la relación entre ambos casos.
Esta misma semana, el Sky News informaba de una investigación abierta por detectives portugueses tras un intento de rapto en Portugal, en una zona cercana a Praia da Luz, de una menor holandesa por un hombre cuya descripción coincide con el retrato robot del supuesto captor de Madeleine.
Gerry y Kate McCann, según The Times, quieren escribir un libro sobre el caso de su hija Madeleine y esperan destinar la recaudación de las ventas a financiar la búsqueda de la pequeña.
La realidad es que, tras un año, no hay pistas fiables sobre el paradero de esta niña, cuya imagen permanece en la retina de todo el mundo. Como en otros casos de desapariciones, la repercusión mediática ha ido disminuyendo con el paso del tiempo. El triste aniversario de su desaparición hará que el caso vuelva a la primera plana de la actualidad informativa, para después, otra vez, caer en el olvido.