El Congreso aprobará hoy el 'minitrasvase' de agua del Llobregat a Barcelona
- Para el Gobierno, es la "mejor opción" para asegurar el abastecimiento
- IU y ERC no votarán a favor de lo que califican abiertamente como un trasvase
El primer pleno que celebra el Congreso tras la apertura de la IX legislatura debatirá hoy la construcción de la 'conducción¿ de agua desde Tarragona a Abrera (Barcelona), que no se presenta como trasvase, sino como una medida "excepcional y urgente" que servirá para garantizar el abastecimiento de agua a las poblaciones de la provincia de Barcelona más afectadas por la sequía.
Según el real decreto-ley aprobado por el Consejo de Ministros el pasado 18 de abril, la conducción de agua es una medida "necesaria" para evitar restricciones al abastecimiento y paliar los efectos del periodo de sequía más grave que padece el área metropolitana de Barcelona desde que se tienen registros.
Para combatir la escasez de agua, la Generalitat ha previsto aumentar en los próximos meses la disponibilidad de agua con otras medidas, como la puesta en marcha de la planta desalinizadora de El Prat, prevista para junio de 2009 y que aportará cinco hectómetros cúbicos de agua al mes.
Sin embargo, hasta ese momento, el Gobierno considera urgente habilitar una conducción de agua desde la cuenca hidrográfica del Ebro hasta la provincia de Barcelona, cuya obra de construcción durará seis meses y costará 180 millones de euros.
Según el Ejecutivo, esta obra hidráulica es "la mejor opción" para asegurar el abastecimiento de agua a los barceloneses y una medida "temporal" que no es un trasvase, sino una reconducción de agua de los regantes del Delta.
IU y ERC no votarán a favor
Los grupos parlamentarios mayoritarios ya han anunciado que no se opondrán a esta medida, aunque en el debate de mañana podrán solicitar que se tramite como proyecto de ley, lo que permitiría introducir cambios en la tramitación de la norma.
Sin embargo, Izquierda Unida ya ha hecho saber en un comunicado que no apoyará el envío de agua a Barcelona, porque, "lo llame como lo llame el Gobierno, no es otra cosa que un trasvase", según el coordinador general de IU, Gaspar Llamazares.
Su formación no ha definido el sentido definitivo del voto, pero anuncia que está entre el 'no' y una abstención muy crítica ante los sucesivos giros dados por el Ejecutivo socialista en esta cuestión".
Llamazares no niega la necesidad y demanda de agua de ciertas poblaciones importantes pero puntualiza que hay que intentar "que no se aprovechen circunstancias de crisis para mezclar unas cosas con otras en base a intereses políticos".
También, ERC se abstendrá en la votación, porque, según su portavoz en el Congreso, Joan Ridao, el minitrasvase del Ebro "abre la puerta" a otros trasvases y establece que se deberá pagar con cargo a la disposición adicional tercera del Estatut.
En rueda de prensa tras la reunión de la Ejecutiva del partido, Ridao no cuestionó "el carácter urgente y extraordinario" de la medida ni el mismo trasvase, aunque advirtió de que la disposición adicional cuarta del decreto "abre la puerta a aplicar la política trasvasista a otros territorios del Estado".
Además, criticó que el convenio de colaboración entre la Generalitat y el Estado relega al gobierno catalán a un papel de "mera comparsa" en el proceso.
Para Ridao, que habló de "trasvase", ERC no puede apoyar el decreto porque cree que la obra debería pagarlo el Estado mediante el fondo de contingencia, al tratarse de una medida de emergencia, y no mediante los recursos de la disposición adicional tercera del Estatut, una cláusula estatutaria creada para "corregir el déficit histórico en materia de infraestructuras".