Ikea explota y espía a sus trabajadores, según denuncia una televisión alemana
- Un programa de la cadena ZDF destapa un férreo control laboral en Ikea en Alemania
- Los trabajadores denuncian un "nivel similar al de los comienzos del capitalismo"
- Obligan a trabajar hasta la extenuación y retiran las cartillas de la seguridad social
- La empresa sueca ha desmentido los hechos y se ha referido a "casos aislados"
El grupo sueco Ikea explota, espía y presiona a sus trabajadores, especialmente a quienes enferman y a los padres solteros, según denuncia el programa televisivo Frontal 21 de la segunda cadena pública alemana (ZDF), que este martes por la noche dedicó un reportaje a la política laboral de dicha empresa.
"Ikea exige todo de sus trabajadores: flexibilidad absoluta y esfuerzo físico hasta la extenuación. Estar enfermo no es una opción. Estamos a un nivel similar al de los comienzos del capitalismo", sostiene Christina Frank, del sindicato ver.di, en el reportaje adelantado a la prensa por ZDF.
Fuentes de los trabajadores de la cadena apuntaron a que el nivel de exigencia laboral aboca a los trabajadores al colapso físico, incluso a los empleados a tiempo parcial, a quienes "les retiran las cartillas de la seguridad social para impedir que puedan buscar un segundo trabajo".
Ikea lo desmiente
Desde la dirección de Ikea, que emplea a 13.700 personas en sus 43 filiales alemanas, desmintieron las acusaciones y se refirieron a "casos aislados".
En declaraciones a la agencia alemana DPA, un portavoz de Ikea subrayó que los incidentes de los que se habla en el reportaje sucedieron en parte hace años y ya tuvieron consecuencias, también personales.
Además, según las investigaciones del programa, Ikea espía a su plantilla sin autorización del comité de empresa, con un sistema de vídeo-vigilancia y entorpece de forma sistemática la labor de este organismo, siguiendo la estela de los supermercados Lidl, que también espiaba a sus trabajadores.
"A los representantes sindicales se les trata como si estuvieran fuera de la ley. Quien se convierte en delegado puede esperar que, en algún momento, se le fuerce a abandonar su trabajo", apuntó Frank.
"¿Cuánto más puede durar esta locura?"
El reportaje de Frontal 21 reproduce, además, cartas escritas al programa por algunos trabajadores, en las que denuncian su situación.
"¿Cuánto más puede durar esta locura? Los compañeros de todos los departamentos trabajan cada día hasta el límite de sus posibilidades físicas y mentales, así como numerosas horas extras. Ir a trabajar enfermo es una situación habitual e incluso algo que dan por sentado desde la dirección", afirma uno de los testimonios.
Un ex encargado de la compañía revela que el comité de empresa es considerado el "adversario" para los cargos medios, a los que se les imparten seminarios centrados en cuestiones jurídicas, que les enseñan cómo actuar contra los representantes sindicales.
Según el profesor Gernard Bosch, del Instituto de Trabajo y Calificación, entrevistado por el programa, estas prácticas corresponden a un sistema de "control tremendamente duro", en que no se deja espacio para actuar con libertad y los empleados "no pueden reclamar sus derechos".