La muerte de un panda gigante en Japón puede favorecer el entendimiento político con China
- Ling Ling era uno de los símbolos de la llamada 'diplomacia del panda'
- El panda gigante es una de las especies animales más amenazadas del mundo
La muerte del último panda gigante en el principal zoo de Tokio puede dar un impulso a lo que ha dado en llamarse la 'diplomacia del panda'. Ling Ling, un panda macho de 22 años de edad, murió en la noche del martes en el zoológico Ueno de la capital nipona. El ya anciano Ling Ling era una de las 'estrellas' del zoo, donde se había hecho acreedor del cariño de muchos de sus visitantes.
Un funcionario japonés del ministerio de Asuntos Exteriores ha dicho que, ante los temores por la avanzada edad de Ling, se había pedido recientemente a China por canales diplomáticos el préstamo de otros congéneres suyos.
Según esa misma fuente, la cuestión no había sido todavía incluida en la agenda de la visita del presidente chino Hu Jintao. Hu viajará a Japón en mayo, en la que representa la primera visita en diez años de un mandatario chino al país del Sol Naciente.
El ministro nipón de Exteriores no ha confirmado cuántos pandas podrían pedirse a China. La agencia de noticias japonesa Jiji Press, que cita a fuentes del Gobierno, apunta a que el régimen comunista de Pekín se mostraría dispuesto a prestar al zoo de Tokio un par de pandas: un macho y una hembra.
Adiós al panda más viajero
Ling Ling nació en el zoo de Pekín en 1985. A los siete años se mudó a Tokio, al ser parte de un intercambio de pandas entre ambos parques zoológicos. Se trataba del único ejemplar de su especie residente en Japón y de propiedad nipona.
En su larga vida -22 años en un panda equivalen a 70 en un ser humano-, Ling Ling tuvo la ocasión de viajar a otros países como México. Allí trató de fecundar en vano a unas hembras del zoo de Chapultepec llamadas Xiu-Hua, Shuan-Shuan y Xin-Xin.
Lo cierto es que, pese a los denonados esfuerzos del zoo de Tokio, Ling Ling no logró tener descendencia. El panda gigante vivía solo desde 2005, tras la muerte de dos de sus congéneres y el regreso de un tercero a México una vez terminada su 'visita' al archipiélago asiático.
En los últimos tiempos había sido apartado de la exposición al público porque sufría insuficiencia cardíaca y problemas renales. Un representante del zoo ha asegurado a un periódico local que el panda tuvo una muerte dulce: "Apareció muerto boca abajo y tenía aspecto sereno". Este portavoz ha apuntado que probablemente Ling Ling sea el oso panda que más ha viajado en avión. El zoo llevará a cabo una autopsia para conocer la causa exacta de su muerte.
Una de las especies más amenazadas
El panda gigante es una de las especies animales más amenazadas del mundo. En estado salvaje sólo se encuentra en suelo chino, donde unos 1.600 viven en reservas naturales en los bosques de bambú de apartadas zonas de montaña.
La diplomacia del panda entre China y Japón no es nueva. El Gobierno de Pekín ha donado cuatro pandas gigantes al de Tokio, incluyendo dos en 1972 para celebrar el restablecimiento de los vínculos diplomáticos entre los dos países. Otros países, entre los que se incluye España, también han recibido ejemplares de pandas a modo de gentileza diplomática.
Pero estos gestos cuentan también con sus detractores, quienes acusan a China de utilizar a los pandas con un propósito exclusivamente político. Además, no se trata exactamente de donaciones: los chinos cobran tarifas exorbitantes por el préstamo a otros países de estos animales, convertidos en 'divos' de los parques zoológicos de todo el mundo.
Medios de comunicación chinos señalaron el año pasado que el país había dejado de prestar pandas a países extranjeros, y que sólo lo haría en el futuro para fines reproductivos y de investigación biológica. Japón tiene otros ocho pandas gigantes, todos ellos prestados por China para la reproducción y la investigación.