La policía confirma que Fritzl amenazó con la cámara de gas a sus víctimas

El 'carcelero' montó una cámara de gas

Las autoridades austríacas confirman que Josef Fritzl construyó un dispositivo para que el zulo donde mantenía encerrados a sus cuatro hijos en la localidad de Amstetten se llenara de gas en caso de que a él "le pasara algo".

El portavoz policial Helmut Greiner ha señalado que Fritzl, un técnico electricista jubilado de 73 años, al parecer había advertido a Elisabeth que si a él le "ocurría algo", la vivienda subterránea se llenaría de gas.

Amenaza mortal

Esa amenaza explicaría por qué durante 24 años Elisabeth y tres de los siete hijos que tuvo con él, nunca intentaron atacar a su "carcelero" para liberarse.

Por otro lado, el septuagenario detenido y acusado del más grave caso de secuestro, abuso e incesto conocido en Austria, declaró que había instalado un temporizador en la puerta de 300 kilogramos para que se abriera en caso de que el mecanismo de apertura no fuera utilizado durante un cierto tiempo.

Seis técnicos en investigación criminal han analizado la casa de Fritzl para averiguar el funcionamiento de la puerta. En total 35 especialistas continúan desde el domingo las pesquisas en la casa.

La familia está bien

Elisabeth y dos de sus hijos, que salieron el pasado sábado del calabozo, están junto con su madre y los otros tres niños fruto del incesto con Fritzl en un recinto aislado en la clínica Amstetten-Mauer donde reciben cuidados especiales de psiquiatras y otros especialistas.

Kerstin de 19 años sigue internada en otro hospital de Amstetten, en estado grave, tras quedarse inconsciente en el zulo, lo que indujo al sospechoso a llevarla al hospital el pasado sábado.

El director de la clínica Amstetten-Mauer, Berthold Kepplinger, ha asegurado que el estado físico de los pacientes "es relativamente bueno" que la terapia continúa y que la "familia se encuentra bien dadas las circunstancias".