Los peores resultados para los laboristas en los últimos cuarenta años
- Los laboristas pierden diez municipios y los conservadores ganan ocho
- Es el peor resultado para el partido de Brown desde los años sesenta
- Unos comicios marcados por la baja participación y el desencanto del electorado
El primer ministro británico y líder laborista Gordon Brown ha admitido que los resultados en las elecciones municipales celebradas el jueves en Inglaterra y Gales han sido "malos y decepcionantes". Su partido podría quedar incluso en tercer lugar, detrás de conservadores y liberales demócratas.
Brown ha señalado que "habrá que aprender la lección, analizar que ha pasado y seguir adelante" ya que se trata del peor resultado electoral para el Partido Laborista desde los años sesenta.
A la espera aún de las elecciones de Londres cuyos datos se conocerán esta tarde los laboristas logran sólo un 24% de los votos emitidos frente a un 44% para los conservadores y un 25% para los liberales demócratas.
Escrutados 104 de los 159 municipios en juego, los conservadores ganaban 166 concejales y diez municipios, mientras que los laboristas perdían 177 concejales y ocho municipios, en tanto que los liberales demócratas ganaban nueve concejales y ningún municipio.
Baja participación
La participación electoral, según los medios británicos, está estimada en torno al 35 por ciento.
El batacazo es similar al que sufrió en las elecciones de 1995 el conservador John Major, quien dos años más tarde sería expulsado del poder por el laborista Tony Blair. Con independencia de lo que ocurra en Londres, estos resultados son el peor presagio para el futuro político de Brown, que está obligado a convocar nuevas elecciones generales también dentro de dos años como muy tarde.
Proyectados a unas elecciones generales, los resultados de las municipales darían a los conservadores de David Cameron una mayoría de 138 escaños en los Comunes, según cálculos de la BBC.
Indignación del electorado
Lo que es más grave para los laboristas es que éstos han sufrido fuertes pérdidas en zonas donde tradicionalmente eran mayoría. Los resultados reflejan hasta cierto punto la indignación del electorado por el reciente aumento de la carga fiscal de los más favorecidos, algo que muchos no esperaban de un gobierno laborista.
La ministra de Deportes Tessa Jowell reconocía que las elecciones se han celebrado en "un contexto de preocupación de la gente por el estado de la economía y el impacto que tendrá en su vida diaria".
Nadie se atreve a hacer predicciones aún sobre el resultado de Londres, el mayor trofeo, donde el laborista Ken Livingstone, alcalde desde el 2000, se enfrentaba al conservador Boris Johnson y al liberal demócrata Brian Paddick. Los sondeos preelectorales daban a Johnson una cierta ventaja sobre Livingstone.