Acebes, el último hombre fuerte de Aznar
- Con Aznar fue ministro de Administraciones Públicas, Justicia e Interior
- En 2001 firmó con los socialistas el Pacto de Estado por la Justicia
- Su trayectoria quedará marcada por la gestión de la crisis del 11-M
Ha sido senador, alcalde, tres veces ministro y secretario general del Partido Popular. De la mano de Aznar, llegó desde Ávila a lo más alto de la política nacional. En la cumbre de su éxito, su nombre sonó, incluso, como uno de los candidatos a la sucesión.
Ángel Acebes, casado y padre de dos hijos, dice adiós a la cúpula del PP tras ocho años en primera línea de fuego. Su trayectoria deja algunos éxitos importantes, como el Pacto de la Justicia de 2001, pero está marcada por una sombra demasiado alargada: su actuación tras los atentados del 11 de marzo.
De Ávila a la Moncloa
Acebes debutó en política con las juventudes de UCD. En 1985 se afilia a AP, partido por el que en junio de 1987 fue elegido concejal y portavoz del Grupo Popular en el Ayuntamiento de Ávila, la ciudad en la que nació hace 49 años.
Apenas cuatro años después de su desembarco en el consistorio abulense, este abogado de futuro prometedor, ya se había convertido en alcalde, cargo que compaginaría, además, con el de senador por la provincia de Ávila.
Tras la victoria del Partido Popular en las elecciones de 1996, Acebes da el salto al primer plano de la política nacional: sale elegido diputado y es nombrado coordinador general de su partido. Es el comienzo de una carrera que le llevaría hasta la Moncloa.
Ministro para todo
El de enero de 1999, en la fase final de la legislatura, se estrena en el Gobierno: Aznar le nombra ministro de Administraciones Públicas en sustitución de Rajoy. En esta etapa, Acebes cierra importantes traspasos de competencias a las comunidades autónomas.
Apenas un año después, tras la mayoría absoluta del PP en las Generales, Aznar vuelve a confiar en él y le encarga una de las carteras más relevantes: Juticia. Desde el Ministerio retoma la reforma del Código Penal, saca adelante de la ley del Menor y logra uno de los mayores éxitos de su carrera: la firma del Pacto por la Justicia en 2001.
El 9 de julio de 2002, Acebes se convierte en ministro del Interior. Está en la cumbre de su carrera. Su nombre suena, incluso, en las quinielas para sustituir a Aznar al frente del Partido Popular.
La sombra del 11-M
Como ministro del Interior, Acebes tendrá que afrontar uno de los momentos más dramáticos de nuestra historia reciente: los terribles atentados del 11 de marzo de 2004.
Su actuación durante los tres días siguientes a la masacre le coloca en el punto de mira: al informar, en principio, sobre la autoría de ETA, algunos sectores de la oposición y medios de comunicación acusan al Gobierno de manipular la información con fines electorales.
Desde entonces, Acebes ha defendido a capa y espada su gestión al frente de aquella crisis, por la que tuvo que comparecer diez horas en la Comisión de investigación parlamentaria del 11-M.
Travesía por el desierto
Tras la pérdida del poder, en 2004, Acebes es nombrado secretario general del PP. En la oposición se convierte en un ariete contra el Gobierno de Zapatero: será una de las caras más visibles de su partido en las manifestaciones contra los matrimonios homosexuales o la negociación con ETA.
La derrota electoral del pasado 9 de marzo, ha precipitado su salida de la primera línea política. En apenas unos años, Acebes ha pasado de ser uno de los "señalados" como posible sucesor de Aznar al frente del PP a anunciar su abandono de la Secretaría General del PP, un partido por el que, según ha dicho, se ha dejado "la piel".
Amigos y enemigos
Han sido muchas las voces que se han pronunciado en estos cuatro años en contra de que Acebes continuara en la Secretaría General, y no sólo han procedido del PSOE sino, en algunos casos, las críticas han venido de los propios dirigentes de su partido. De hecho, tuvo un enfrentamiento directo con el que fuera presidente del PP catalán, Josep Piqué, quien le vinculó, junto con Zaplana, al pasado del partido.
Pese a todo, Acebes es uno de los veteranos más queridos y valorados entre los dirigentes del PP por ser un hombre cercano, afable, considerado y con una gran empatía hacia todos sus interlocutores, cualidades a las que suma la discreción. De hecho, tras el anuncio de su marcha, las muestras de apoyo de los suyos han sido constantes. El propio Rajoy ha dicho sentirse "orgulloso y agradecido" de haberle tenido como número dos.