Ribadeo despide al ex presidente Leopoldo Calvo-Sotelo
- La localidad lucense ha acogido un funeral en su memoria
- Posteriormente, ha sido enterrado en el panteón familiar
- Más de 300 personas han aplaudido la llegada del féretro al Ayuntamiento
La localidad lucense de Ribadeo ha despedido este lunes al ex presidente Leopoldo Calvo-Sotelo, fallecido este sábado a los 82 años de un fallo cardíaco, con un funeral en su memoria y, tras la ceremonia, el entierro de sus restos mortales en el cementerio municipal.
La iglesia parroquial de Santa María do Campo, en la localidad lucense de Ribadeo, ha acogido el funeral por el ex presidente del Gobierno, el primero elegido democráticamente que ha muerto en suelo español, al que han acudido más de 40 familiares y allegados, entre ellos su sobrina y ministra de Educación, Mercedes Cabrera, así como otras personalidades.
Posteriormente, Calvo-Sotelo ha sido enterrado en el panteón familiar del cementerio municipal de Ribadeo, donde pasó su juventud y solía veranear. Gran aficionado a la música, el ex presidente era miembro de honor de la banda de música de la localidad, de la que también era hijo adoptivo y alcalde honorífico, a la vez que marqués de la ría de Ribadeo.
El féretro de Calvo-Sotelo ha partido esta mañana desde Madrid, donde ha sido despedido con honores de Estado en el Congreso de los Diputados.
Entre aplausos y acordes de Mozart
A su llegada a Ribadeo, los acordes del Réquiem de Mozart, interpretados por la banda de música, han recibido a la comitiva con los restos mortales del ex presidente del Gobierno. En la escalinata del Ayuntamiento aguardaban las autoridades, encabezadas por el presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, la presidenta del Parlamento gallego, Dolores Villarino, el delegado del Gobierno, Manuel Ameijeiras, y el alcalde de la ciudad, Fernando Suárez Barcia.
Unas trescientas personas han aplaudido la llegada de la comitiva, que se retrasó algo más de una hora, por el homenaje que los restos mortales del ex presidente recibieron en Avilés (Asturias).
Un grupo formado por agentes de la Guardia Civil, de la Policía Nacional y de la Policía Local ha introducido a hombros en el Ayuntamiento el féretro del ex presidente, cubierto por una bandera de España, entre aplausos y los acordes de Mozart.