Enlaces accesibilidad

Un estudio revela que los Pirineos es una de las cordilleras con más impacto ecológico

  • El estudio ha analizado 13 sistemas montañosos de todo el mundo
  • La presencia humana en los Pirineos ha forzado la desaparición de especies
  • Se han analizado 1.500 publicaciones y no hay unidad de criterios
  • Todavía quedan zonas vírgenes en el mundo, como Papúa Nueva Guinea

Por

Los Pirineos y los Alpes son dos de las cordilleras más afectadas por la acción del hombre, según un estudio realizado en 13 sistemas montañosos y que se publica en la revista Nature. El equipo español ha estado a cargo de David Nogués y Miguel Araujo, del Museo Nacional de Ciencias Naturales del CSIC.

Se ha analizado desde el Himalaya a las Montañas Rocosas, además de otros 460 estudios sobre biodiversidad en las áreas de montaña, para lo que se han  contado con la colaboración de otro equipo de la Universidad de  Copenhague.

A pesar de los miles de estudios que se han realizado sobre esta materia, siguen sin estar claras las causas biológicas de la biodiversidad en las montañas. El impacto del hombre en las zonas bajas de montaña ha obligado a los investigadores a buscar zonas vírgenes, lo que ha podido inducir a obtener datos sesgados.

Falta de acuerdo en la interpretación de los datos

Las hipótesis que gozan de mayor aceptación plantean que el número de especies cambia de las zonas más bajas de las montañas hasta la cumbre, aunque no hay acuerdo sobre esta afirmación.

Miguel Araujo destaca que "Uno de los patrones generales es un descenso del número de especies desde las zonas más bajas hacia las más altas de las montañas. El segundo de los patrones muestra un mayor número de especies en altitudes intermedias, y menos especies en las zonas más bajas y las más altas".

Nuevas especies en zonas vírgenes

David Nogués destaca que en el planeta siguen quedando paraísos perdidos, en los que la presencia del hombre es casi nula. Es el caso de los hábitats de montaña de Papúa Nueva Guinea en los que predominan las selvas tropicales. Buena muestra de ello es que cada año se siguen encontrando especies nuevas de vertebrados, antes desconocidos para la ciencia.

Los resultados se han obtenido, en parte, gracias al Herbario JACA, que confecciona el Instituto Pirenaico de Ecología, y la base de datos de una montaña de Costa Rica.