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El campo argentino vuelve a la huelga

  • Los agricultores congelarán la venta de productos básicos pero no cortarán carreteras
  • El Gobierno se niega a retirar el aumento de tasas a la exportación

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GOBIERNO DE CRISTINA FERNÁNDEZ LOGRARÍA LA POSTERGACIÓN DE LAS PROTESTAS DEL SECTOR AGROPECUARIO
Un sembrado de soja que espera ser cosechado durante la anterior huelga del campo argentino, el pasado mes de marzo.

Los granjeros y agricultores argentinos vuelven a manifestarse en las carreteras del país y a paralizar las ventas de grano en protesta por el aumento de las tasas sobre la exportación de soja, trigo, maíz y ternera tras fracasar el proceso de negociación abierto con el Gobierno argentino hace semanas.

Los líderes agrarios han anunciado que congelarán la venta de bienes de primera necesidad como el grano y la semilla de soja durará hasta el próximo 15 de mayo, aunque no cortarán las carreteras, tal y como hicieron en la huelga anterior, para evitar la escasez de productos en los supermercados.

"Tras 57 de diálogo no hemos avanzado. El gobierno ha elegido el camino de la confrontación, por lo que no hemos podido alcanzar un acuerdo", ha asegurado Eduardo Buzzi, presidente de la Federación Argentina Agraria, uno de los cuatro grupos que protagonizaron la huelga de tres semanas del pasado mes de marzo.

Un reto para el Gobierno

Esta huelga es el primer reto serio al que se ha enfrentado la presidenta Cristina Fernández de Kichner, que se niega a acabar con el progresivo ascenso de los impuestos sobre las exportaciones de maíz, trigo, soja y carne de vacuno, una de las principales fuentes de riqueza del país.

Fernández considera que este nuevo sistema de impuestos es necesario para redistribuir la riqueza y combatir la inflación en un país donde la cuarta parte de la población vive bajo el umbral de la pobreza.

Este sistema ha provocado la ira de los agricultores y ganaderos argentinos debido a que es la sucesión natural a una serie de políticas destinadas a mantener bajos los precios de los alimentos básicos, incluyendo restricciones a la exportación de trigo y ternera.

"Se ha acabado, volvemos a la huelga, no tengan duda de ello", ha sentenciado Alfredo De Angeli, un agricultor de la provincia de Entre Ríos que se hizo famoso por sus encendidos discursos contra el Gobierno en los bloqueos de carreteras realizados por los manifestantes.