Cuba se aficiona al golf
Ahora que Fidel Castro ha delegado el poder en su hermano Raúl, el nuevo presidente de la isla parece estar dejando a un lado sus objecciones ideológicas para zambullirse en hábitos más propios del mundo capitalista.
Para muestra la intención del Ejecutivo cubano de permitir el acceso de grandes inversores en la isla que construyan campos de golf, el deporte por antonomasia de los más pudientes. Eso sí, sólo como forma de desarrollar aún más la oferta turística de cara a los extranjeros.
Empresarios de Canadá y Europa se han ofrecido ya a la Administración de Raúl Castro para desarrollar lujosos complejos hoteleros en los que haya campos de golf de 18 y hasta de 36 hoyos, situados siempre cerca de las paradisíacas playas a lo largo del mar Caribe.
Algunos de los proyectos, entre los que destaca uno del arquitecto británico Norman Foster, han sido diseñados a lo largo de los últimos años. Las empresas creen que éste es el momento propicio -con el cambio de gobierno en el regimen cubano- para llevar adelante su plan y conseguir así luz verde para sus objetivos.
"Las objecciones ideológicas de la vieja escuela van cayendo poco a poco", ha afirmado el embajador candiense en Cuba, Mark Entwistle.
Desde que se produjera la sucesión entre hermanos el pasado febrero, el Gobierno de Raúl Castro ha ido paulatinamente haciendo reformas en el paíS. Permitió la venta de teléfonos móviles y hasta el acceso de los ciudadanos cubanos a los hoteles de lujo de la isla -hasta ahora sólo les estaba permitida la entrada a los turistas-.
Sin embargo, persisten actitudes dictatoriales como la prohibición a salir de la isla a muchos de sus ciudadanos. Es el caso de Yoani Sánchez, una periodista cubana responsable del blog Generación, a la que esta semana se le ha impedido viajar a España para recoger su premio Ortega y Gassete de Periodismo, en la modalidad de Internet.