Los psicólogos consideran muy inusual que una depresión postparto lleve al parricido
- La depresión postparto ataca a una de cada diez parturientas y dura unos meses
- Los psicólogos consideran muy extraordinario que una depresión así lleve al parricidio
- Tendrían que confluir otras alteraciones psicológicas más graves u otros factores
La depresión postparto ataca a una de cada diez parturientes y es un trastorno que por sí solo no justifica "una aberración" como el parricidio ocurrido en La Palma a no ser que se añada a otras alteraciones de personalidad o psicóticas más graves. Así lo considera María José Hererra, psicóloga del Instituto Fénix.
Herrera señala que la depresión posparto aparece normalmente a lo largo del primer mes de vida del bebé, pero también hay casos en los que surge a los seis meses y hasta después de un año de dar a luz. Los síntomas son tristeza, ansiedad, abatimiento, bajo estado de ánimo, irritabilidad -sobre todo con las personas próximas-, peleas con la pareja e incluso irritación con el bebé.
Es normal que una mujer sienta fatiga y ansiedad tras el parto pero en este caso esta sensación es aún mayor y todavía no se conoce bien su origen, de forma que se pueda identificar las probabilidades de que una parturienta la sufra y otra no.
Un problema socialmente incomprendido
Una hipótesis sería la de que las mujeres que padecen la depresión posparto tienen una mayor sensibilidad hacia los cambios hormonales, y también hay otros factores de riesgo como el tener mayor o menor apoyo familiar y de la pareja en el cuidado del niño, si éste ha sido esperado, si el embarazo ha sido bueno o el bebé presenta deficiencias "o es muy llorón".
Un problema de este tipo de depresión es "que no se entiende" ni por los hombres ni por otras mujeres, pues la sociedad culpa a quien la padece "como una mala madre", según Herrera.
En una línea semejante se pronuncia el psicólogo del Hospital La Paz de Madrid, Javier Barbero, que considera como "enormemente excepcional" el hecho de que una madre con depresión posparto pueda llegar a matar a su bebé, salvo que esa mujer padezca una "psicopatología seria" o concurran otros factores familiares como apuros económicos.
Sensación de no poder con la nueva vida
"No es para nada habitual que una depresión posparto tenga este desenlace", destaca Barbero. Explica que hay muchas mujeres que después del parto tienen una bajada de su autoestima, "una sensación de que la vida te cambia y de que no puedes con ella", lo que genera una sensación de impotencia, algo que "se supera sin dificultad".
Barbera subraya que es "frecuente" que una mujer que ha dado a luz tenga una reacción depresiva durante los primeros meses de vida de su hijo al comprobar que cambia su proyecto biográfico y que "todas sus fantasías de seguir haciendo lo que hacía antes de tener un hijo se vienen abajo".
Sin embargo, subraya que esta reacción es "adaptativa", es decir, en un pocos meses la madre se adapta a la llegada de su bebé por lo que no es necesario tratamiento farmacológico, salvo que exista ya con anterioridad una personalidad depresiva o frágil, lo que aumenta el riesgo de que la madre sufra una depresión posparto más aguda.
El riesgo de sufrir esta depresión también se incrementa, ha añadido el psicólogo, si la familia tiene problemas económicos o en el caso de que "la madre haya puesto tantas expectativas en el nacimiento de su hijo que, al no verlos cumplidos en la realidad, la reacción depresiva y la frustración son todavía mayores".