Una hora y media de contrato a la semana gana un premio a la precariedad laboral en Palencia
- Pablo, uno de los ganadores, tiene un contrato de hora y media a la semana
- Manuel, ganador en otra modalidad, ha firmado quince contratos por dos días en un año
- Izquierda Unida de Palencia ha organizado el certamen para denunciar estas situaciones
En Palencia han organizado un concurso inaudito hasta ahora. La agrupación de Izquierda Unida de Palencia ha convocado el premio al contrato más precario. Los ganadores del concurso han destacado que el bajo salario, la inestabilidad y la falta de reconocimiento profesional son las grandes lacras del mercado laboral al que se enfrentan los jóvenes.
Pablo tiene un contrato de hora y media a la semana, lo que le ha permitido ganar en la modalidad de contrato de menor duración. Manuel no se queda atrás. Él ha ganado en la modalidad de más contratos en un año, quince en total.
Ninguno de ellos están orgullosos de estos galardones, y no hubiesen querido tener que presentarse. A los dos les cogió por sorpresa ser ganadores, ya que reconocen que su situación es mucho más común de lo que nos imaginamos.
35 años y Diplomado en Terapia Ocupacional
Pablo tiene 35 años, es Diplomado en Terapia Ocupacional, y comenzó su periplo laboral en Madrid, ciudad donde cursó sus estudios. El amor lo trajo a Palencia, una zona donde le ha costado encontrar trabajo, pese a que la población está envejecida.
Para poder ejercer está pluriempleado en tres residencias de ancianos, una pública y dos privadas. En la pública 'disfruta' de un contrato de hora y media a la semana desde hace una semana.
El tener un bebé y una hipoteca le han llevado a esta locura laboral. Aunque no se arrepiente de haber estudiado esta carrera, se queja de que ni la Ley de Dependencia reconoce su profesión, y ni mucho menos anima a nadie a seguir sus pasos en la universidad.
23 años y Estudios en Actividades Naturales
Manuel tiene 23 años y su recorrido es diferente al de Pablo, aunque con las mismas notas de precariedad, inestabilidad, bajo salario y nulo reconocimiento profesional.
Se fue a Málaga a formarse como Monitor de Actividades Naturales. En ese tiempo trabajó en todas las cadenas de comida basura de la ciudad, descargó camiones, e incluso fue sexador de pollos.
A su vuelta a Palencia ha compaginado su trabajo como monitor sólo durante una parte del año, con el montaje y desmontaje de escenarios para conciertos y espectáculos taurinos. Todo con una empresa que lo contrataba y lo 'descontrataba' durante dos días a la semana.
Así hasta quince contratos anuales de este tipo, porque no encuentra trabajo como monitor para todo el año.