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Estados Unidos exige a Siria e Irán que dejen de respaldar a Hizbulá

  • La Casa Blanca responsabiliza a la guerrilla chií de la muerte civiles en Beirut
  • Los milicianos de Hizbulá controlan la zona oeste de la capital libanesa

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Hizbulá controla la parte oeste de Beirut

Estados Unidos ha exigido a Siria e Irán que dejen de apoyar a la guerrilla chií Hizbulá, que este viernes ha logrado hacerse con el control de la zona oeste de Beirut tras dos días de combates con los partidarios del Gobierno prooccidental que encabeza Fuad Siniora, en los que han muerto al menos 18 personas y han resultado heridas medio centenar.

La Casa Blanca ha difundido un comunicado en el que la secretaria de Estado, Condoleezza Rice, ha dicho estar "profundamente preocupada" por la violencia en Líbano y ha condenado el uso de la fuerza por grupos armados "ilegítimos". En este sentido, Estados Unidos responsabiliza a Hizbulá de la muerte de civiles en los enfrentamientos registrados en Beirut.

Para Rice, Hizbulá pretende proteger su "Estado dentro del Estado", ha sacado provecho de sus aliados en la oposición y despreciado hacia los ciudadanos libaneses. Por ello, ha instado a "todas las partes" a que respeten el Estado de derecho, y ha garantizado el apoyo de Estados Unidos al legítimamente constituido Gobierno libanés.

Bloqueo político

En este sentido, el presidente de EE.UU., George W. Bush, tiene previsto reunirse con el primer ministro libanés, Fuad Siniora, el día 18 en Sharm el Sheij (Egipto) en la última etapa de la gira que comenzará el martes por Oriente Medio. En esa reunión podrían abordar la concreción del apoyo de EE.UU., que desde hace tiempo acusa a sirios e iraníes de impedir un acuerdo político en Líbano a través de Hizbulá.

Un portavoz de la Casa Blanca, Gordon Johndroe, ha advertido a Siria e Irán, tradicionales aliados de Hizbulá, de las consecuencias de ese apoyo. "Exigimos a Irán y Siria que dejen de apoyar Hizbulá", ha resaltado este portavoz.

Rice ha contactado a lo largo de la jornada con su homólogo saudí, Saud Al Faisal, el ministro francés de Asuntos Exteriores, Bernard Kouchner, y el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, para evaluar qué medidas puede tomar la comunidad internacional para apoyar al Gobierno libanés.

Los combates de los últimos días son el resultado de 17 meses de bloqueo político, en el que la oposición, encabezada por Hizbulá, y el Gobierno prooccidental no han logrado un acuerdo para gobernar de forma conjunta, lo que paralizado el país, sin presidente desde noviembre de 2007. Estos enfrentamientos son los más graves registrados en Líbano desde la guerra civil que enfrentó a varias facciones entre 1975 y 1990.