Josef Fritzl, un mes más en prisión preventiva
- Su abogado no ha presentado recurso contra la decisión, como había adelantado
- La fecha del próximo interrogatorio de Fritzl por la fiscal "no será anunciada"
- Dentro de un mes se revisará nuevamente la situación de prisión preventiva
- Este viernes se ha conocido la declaración completa de Fritzl a su abogado
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El Tribunal Regional del Estado federado de Baja Austria ha decidido prolongar por un mes la prisión preventiva de Josef Fritzl, conocido como el 'monstruo de Amstetten, por encerrar y violar a su hija durante casi un cuarto de siglo en un sótano en la ciudad a austríaca de Amstetten, ha confirmado el abogado del acusado, Rudolf Mayor.
Fritzl fue detenido el pasado 26 de abril cuando visitó en el hospital de Amstetten a una de sus hijas-nietas, nacida en cautiverio, que permanece internada en estado grave.
Según la agencia de noticias APA, el propio Fitzl estuvo presente en la reunión de este viernes, que duró unos 15 minutos. Mayor no ha presentado recurso contra la decisión decretada.
El portavoz de la Fiscalía, Gerhard Sedlacek, ha agregado que la fecha del próximo interrogatorio de Fritzl por la fiscal Christiane Burkheiser "no será anunciada".
El período inicial de la prisión preventiva, decretada dos días después de su detención, fue inicialmente de 14 días, y será revisado nuevamente dentro de un mes, ha dicho Mayer.
Se hace pública la versión del 'monstruo'
Este viernes se ha conocido la declaración completa de Fritzl a su abogado, narrando su visión de los hechos, que resulta sobrecogedora por pertenecer a alguien capaz de llevar a cabo estos trágicos hechos.
Los hechos sucedidos en Amstetten han conmocionado al mundo, debido a su crueldad, ya que Fritzl encerró y violó a su hija Elisabeth durante 24 años en un zulo subterráneo bajo su casa sin que ni familiares ni extraños se dieran cuenta de ello.
Como consecuencia de estas violaciones, Elisabeth tuvo siete hijos, uno de los cuales murió poco después de nacer. Tres de los hijos fueron educados en la casa familiar de Fritzl como si fueran sus nietos, mientras que los otros tres vivieron toda su vida bajo tierra, hasta ser liberados hace dos semanas.