Las protagonistas de 'Sexo en Nueva York' mantienen sus dudas a los cuarenta
- Sarah Jessica Parker y sus compañeras llevan la serie a la gran pantalla
- La historia arranca cuatro años después del final de la serie
- Las actrices desmienten los rumores de desavenencias entre ellas
Sin rencores entre ellas y con mejor disposición hacia los hombres. Así se presentan cuatro años después Carrie, Samantha, Charlotte y Miranda, las cuatro protagonistas de la serie Sexo en Nueva York, que se reencuentran en la gran pantalla con sus historias de amor y moda de siempre, aunque rondando ya la cuarentena.
Para salir de la burbuja neoyorkina, Sarah Jessica Parker y sus compañeras han decidido trasladar el estreno mundial a Londres, donde una serie interminable de pares de zapatos de Manolo Blahnik han dominado la alfombra roja.
Los manolos eran una de las grandes aspiraciones de estas cuatro mujeres, ansiosas de tener sexo como los hombres y que vuelven a mostrar sus desencuentros con el sexo opuesto en las más de dos horas que dura la cinta.
"Es una película para todos los géneros, gays, heterosexuales y todo lo que hay entre medias", ha comentado irónicamente Parker a su entrada a los cines londinenses de Leicester Square donde se ha celebrado el preestreno. "Los hombres no son demonizados. Es una película para todos", ha aclarado.
No opina lo mismo Will Pavia, el crítico de cine del rotativo británico The Times, que asegura que "cualquier persona con más de un cromosoma X se encontrará perfectamente satisfecha con lo que le ofrecen".
Para Pavia, el hecho de que el personaje de Parker actúe como narrador constantemente en la película "extrayendo una enseñanza moral a cada escena" y que se compre con tanta compulsión "en un momento de crisis crediticia" no terminan de convencerle, aunque concede que "quizá el problema sea yo".
Rumores
Más allá de las críticas, la película de Sexo en Nueva York es fruto del empeño personal de Parker, que ha tardado dos años y medio en convencer a sus compañeras para retomar sus personajes.
"Necesitaba pasar tiempo con mi familia y estoy muy contenta de lo que hice porque, echando la vista atrás, la película se ha hecho cuando se debía hacer", ha asegurado Kin Cattrall, la adicta al sexo Samantha.
Según se rumoreó en su momento, Cattrall rompió la baraja y pidió más dinero y mayor control creativo.
Para Kristin Davis, que encarna a Charlotte, los rumores de que las cuatro actrices no se soportaban fuera del plató son "sexistas". "No todas las mujeres son unas brujas entre ellas", ha añadido.
Todos sigue igual
La historia arranca en el punto donde acabó. Carrie sigue viviendo en su piso en el East Side de Nueva York, aunque ha ascendido en Vogue y está trabajando en su cuarto libro.
Charlotte está viviendo su sueño en Park Avenue y Samantha se ha mudado a Los Ángeles con un novio actor.
Mirando sigue viviendo en Brooklyn lidiando con los inconvenientes de la maternidad. También aparece Chris North como Mr Big, el hombre de los sueños de Carrie, y Candice Bergen sigue siendo su jefa en Vogue.
Sin embargo, para Cynthia Nixon, que encarna a Miranda, algo sí ha cambiado. "Somos un poco más mayores ahora y los temas a los que nos enfrentamos son menos estúpidos y más profundos", ha concluído-