Cannes estrena 'Peppermint Frappée' de Saura cuarenta años después de mayo del 68
- Los directores participantes impidieron en el 68 que se proyectasen sus películas
- Saura no pudo asistir al estreno en Cannes por una bronquitis
- Su hijo afirma que los festivales de cine se han vuelto "un poco cursis"
Carlos Saura fue ayer la discreta estrella española de Cannes, pues debido a una bronquitis le representó su hijo, el productor Antonio Saura, en el homenaje que se le ofreció en la Sala Luis Buñuel del Palacio de Festivales.
En Cannes, donde el cineasta aragonés es una de las tres figuras españolas clave, junto con Luis Buñuel y Pedro Almodóvar, era esperado para estrenar con cuarenta años de retraso Peppermint Frappée (1967). Una película que le convirtió en el único cineasta de la historia que hizo todo lo que pudo para impedir que se proyectase un filme suyo en el Festival.
El 21 Festival de Cannes concluyó precipitadamente, con aquel histórico telón del que con tanto éxito se colgaron Saura y sus amigos de la nouvelle vague, François Truffaut y Jean-Luc Godard. En plena rebelión de mayo del 68, Carlos Saura explica que dijeron que "retirábamos la película", pero intentaron proyectarla, así que "saltamos, cogimos las cortinas y lo impedimos", explica Carlos Saura.
Además, la cinta recorrió mucho mundo y se llevó ese mismo año 1968 el Oso de Plata del Festival de Berlín y otros premios.
Sequía de premios
Antonio Saura ha declarado que los festivales de cine "se han vuelto un poco cursis". En su opinión, seleccionan o premian películas demasiado raras porque para representar al cine taquillero recurren a las cintas de Hollywood.
Este productor considera que es díficil que una película española con un enfoque comercial logré ser galardonada.
En la jornada de hoy se proyecta Vicky, Cristina, Barcelona la película que el neoyorkino Woody Allen rodó en la ciudad condal. Una cinta protagonizada por Javier Bardem, Penélope Cruz y Scarlett Johansson, por cierto que ésta última no pisará la alfombra roja de Cannes.