Leonel Fernández, un político hábil
El presidente de la República Dominicana, Leonel Fernández, ha alcanzado por tercera vez la jefatura del Estado al vencer a su más directo rival, el candidato del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), Miguel Vargas, y a otros cinco aspirantes a la presidencia.
Fernández, quien ha gobernado en el período 2004-2008 y anteriormente ya lo hizo entre 1996 y 2000, está considerado por sus seguidores como un hábil vendedor de sus logros políticos, aunque sus enemigos le acusan de engañar al pueblo.
Un intelectual sencillo
Intelectual de sólida formación, Fernández se vale de su sencillez en las formas y su hablar claro y pausado para exponer sus ideas, lo que le confiere una imagen de seguridad que constituye uno de sus principales activos políticos.
Fernández, de 54 años, está casado en segundas nupcias con la abogada Margarita Cedeño, con la que tiene una hija, y es padre de otros dos hijos de un matrimonio anterior. Encarna como nadie el ejemplo de tantos dominicanos que emigraron a los Estados Unidos y allí crecieron en lo personal, en lo intelectual y en lo profesional.
Sólo tenía nueve años cuando marchó con su familia a Nueva York, donde curso sus estudios primarios y secundarios, antes de regresar a Santo Domingo para estudiar Derecho en la Universidad Autónoma (UASD).
Con esa base dio sus primeros pasos en política en 1973, cuando se unió a los fundadores del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) junto a la legión de militantes que acompañó al ex presidente Juan Bosch en los comienzos de esta formación política. De hecho, Bosch es uno de los principales referentes políticos del presidente dominicano, quien le considera autor de una teoría política encaminada a lograr una sociedad dominicana "moderna, avanzada y funcional".
Ideario popular, humanista y de progreso
En el plano ideológico, Leonel Fernández, dirigente de un partido que se considera progresista y partidario del cambio social, entiende que la diferenciación clásica entre izquierda y derecha ha sido superada y prefiere hablar de un ideario popular, humanista y de progreso.
Como político, Fernández basa su gestión en la mejora de la economía, la reducción de la pobreza y el aumento del bienestar, y defiende también la necesidad de lograr avances en el terreno social, en el de la educación, la seguridad, la justicia y la lucha contra la corrupción.
En lo intelectual, el mandatario se confiesa un hombre de una curiosidad inagotable, al que le interesa "todo", por lo que dedica todo el tiempo que puede a ponerse al día sobre las últimas novedades en los más diversos campos.
Fernández ha sido profesor universitario y cuenta con el doctorado honoris causa por varias universidades, entre ellas Harvard, la Sorbona y la Universidad de Santiago de Chile.
Amante de la comunicación y el béisbol
Amante de la comunicación, escribió su tesis doctoral sobre 'El delito de opinión pública' y es también autor de los libros 'Los Estados Unidos en el Caribe: de la Guerra Fría al Plan Reagan' y 'Raíces de un poder usurpado'.
En ocasiones ha confesado su pasión por el béisbol, deporte rey en la República Dominicana al que le hubiera gustado dedicarse profesionalmente, pero que no se le daba todo lo bien que hubiera querido, lo que, indirectamente, le llevó a acabar en la política, que con el tiempo se convirtió en su otra gran pasión.