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Los protagonistas de 'Vicky Cristina Barcelona' devoran la pantalla

  • Woody Allen ha revelado su pasión española con 'Vicky Cristina Barcelona'
  • La comedia quiere ser alegre y romántica, además de rendir homenaje a Barcelona
  • El público del primer pase de prensa ha apludido mitigadamente al final

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Woody Allen revela su pasión española

El director estadounidense Woody Allen ha revelado su pasión española con Vicky Cristina Barcelona, su última película, que estrena en el Festival de Cannes, y en la que brillan ante todo sus cuatro protagonistas principales. Diríase que todos ellos por igual, los españoles Javier Bardem y Penélope Cruz, por supuesto; y las estadounidenses Scarlett Johansson (Cristina) y Rebecca Hall (Vicky) con rotunda evidencia, aunque la actriz española tarda casi una hora en llegar a la película.

Allen los filmó a menudo desde muy cerca, con algunos y breves planos generales para mostrar algunos paisajes y monumentos o algunos aspectos de vida en las ciudades de Barcelona y de Oviedo.

Insipiración de Cruz

La pantalla, sin embargo, se llena casi siempre con los cuatro actores, con una Penélope Cruz inspiradísima, desencajada como raramente se le ha visto, en el papel de una artista genial que atraviesa un mal momento, quizá la decadencia definitiva.

Una 'María Elena', divorciada de su gran amor no menos excéntrico, José Antonio (Javier Bardem), que aparece "excepcionalmente extrema", tal como el realizador ha definido a la intérprete horas antes de la proyección, en un encuentro con la prensa española.

Homenaje a Barcelona

La comedia que Woody Allen quiso alegre y romántica, además de rendir homenaje a Barcelona, como sugiere su título y su canción, celebra también la gastronomía local, la guitarra flamenca y Oviedo,  ciudad que "ama" el artista neoyorquino y Premio Príncipe de Asturias de las Artes 2002, y donde tiene una estatua.

La película parecería no tener exageradas pretensiones y algunos críticos a la salida de la primera proyección para la prensa así lo comentaban, pero, sin embargo, da un repaso de fondo a temas tan esenciales en la existencia como el amor, la sexualidad, la sinceridad en la pareja, y, por supuesto, con uno mismo. Los mismos que desde siempre centran la obra del artista, tanto como la locura, la pasión, el arte o, últimamente, el estilo europeo de vivir, tan diferente del "puritano y materialista" dominante en Estados Unidos, como dice la voz en "off" que explica algunos momentos y pensamientos de los protagonistas.

Woody Allen ha resuelto el espinoso asunto del catalán y el español a la manera salomónica, con una película en la que ni el uno ni el otro aparecen prácticamente, pues sus barceloneses, además de pertenecer a la alta burguesía ilustrada y cultivada, han vivido con evidencia largas temporadas en Estados Unidos o Inglaterra.

Ideal para relacionarse, hablar y enamorarse de las dos turistas que visitan la ciudad de Barcelona durante el verano, aunque una de ellas vino a trabajar sobre su tesis sobre "la identidad catalana".

Aplausos mitigados

El público del primer pase de prensa, que terminó poco después de las nueve de la noche, aplaudió mitigadamente al final, sin entusiasmos exagerados. Lo que no deja de resultar curioso, pues se le había oído disfrutar en varios momentos con aplausos y sonoras risas, aunque quizá, tras la intensa oda a la libertad de pensamiento y acción vivida en hora y media de película, quedó levemente perplejo y meditativo con el final, no revelaremos cómo.

En particular, la asistencia ha dejado escuchar sus risas en la primera aparición de Javier Bardem y también en la de Penélope, y las carcajadas saltaron al aire cuando 'María Elena' atravesaba algunos de sus peores trances.

La suerte no está echada, pues después de este primer pase y antes del estreno de gala del filme, en la selección oficial fuera de competición, la crítica internacional podrá descubrirlo justo antes de la rueda de prensa, en la que Javier Bardem ha anunciado ya que no estará presente.