El abandono de la terapia hormonal por la menopausia conlleva "riesgos severos"
- 3.000 expertos participan en Madrid en un Congreso Mundial de Menopausia
- Un estudio "bomba" en 2002 alertaba del riesgo de cáncer de mama por consumir hormonas
- El 50% de las europeas cortaron el tratamiento hormonal y ahora sufren consecuencias
El incremento del colesterol, la disminución de la masa ósea, el agravamiento de los síntomas de la menopausia y la depresión son algunos de los "riesgos severos" para la salud que padecerán la mitad de las mujeres españolas que optaron por abandonar abruptamente la terapia sustitutiva hormonal.
Hasta el 70% de las estadounidenses y el 50% de las europeas cortaron con este tratamiento en 2002, cuando se difundió el estudio WHI -Women's Health Iniciative-, que alertaba sobre el elevado riesgo de sufrir cáncer de mama y patologías coronarias por el consumo de hormonas en la menopausia.
Seis años después, los cerca de 3.000 facultativos que se han dado cita en el Congreso Mundial de Menopausia, celebrado en Madrid, han salido al paso de los errores del WHI, que calificaron como estudio "bomba" o "tsunami", para recomendar insistentemente la terapia con estrógenos a las féminas de entre 45 y 55 años.
Los doctores han denunciado la elección errónea del esquema hormonal, la edad avanzada de la cohorte y el análisis estadístico inadecuado con que se llevó a cabo aquel sondeo. Según las conclusiones de una investigación de la profesora del Colegio Mexicano para el Estudio de la Menopausia Deborah Legorreta sobre más de 200 estudios sobre las consecuencias del WHI, "resulta mucho más dañina la suspensión de la terapia hormonal que su utilización sustitutiva".
La experta ha comentado que hasta el 25% de las mujeres volvieron a ella porque la "sintomatología era muy severa" y ha agregado que "lo terrible es que muchas comenzaron el tratamiento sin ir al facultativo o se automedicaron con fármacos disfrazados de naturales". De una muestra de 8.000 mujeres elegidas al azar del estudio WHI, se encontró que cerca del 16% sufrió depresión clínica diagnosticada ocho meses después de abandonar el consumo de estrógenos.
Daños severos
En el primer año de suspensión abrupta del tratamiento, la disminución de la densidad mineral ósea era del rango del 6,2 al 2,3% y el incremento de los niveles de lípidos era de 22 miligramos de "colesterol malo -LDL-" por decilitro frente los 5,8 de aquellas que lo continuaron.
Como consecuencia, las mujeres sufren más fracturas de huesos, problemas cardiovasculares, ven su calidad de vida gravemente afectada y son víctimas de otras enfermedades correlacionadas con trastornos emocionales, ha matizado. "Necesitamos hacer una labor de difusión de estos datos para que los propios facultativos cambien sus criterios, también entre los médicos de familia", ha aseverado.
El doctor David Sturdee, del Hospital Solihull del Reino Unido y presidente de la International Menopause Society (IMS), ha recomendado el tratamiento hormonal especialmente a las mujeres de entre 45 y 55 años. Eso sí, siempre con "la menor dosis efectiva" y durante "el menor tiempo posible". De hecho, ha recordado que la IMS ha solicitado hace unos meses que las autoridades sanitarias revisen sus recomendaciones sobre el uso de este tratamiento que reporta grandes beneficios para las mujeres climatéricas.
La doctora Lorraine Dennerstein, de la Universidad de Melburne (Australia), ha informado de que los síntomas más molestos que reportan las mujeres a los cincuenta años son cansancio o agotamiento (44%); dolor en músculos y articulaciones (41%); dolores de cuello, cabeza y hombros (38%); sofocos (37%); sudoración (35%); aumento de peso (32%); dificultad para dormir (29%); dolor lumbar (29%) y flatulencia o dolor asociado a gases (29%).