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La Comisión Europea propone reducir las ayudas agrícolas directas en un 13%

  • La nueva reforma de la PAC apuesta por desvincular las ayudas a la producción
  • Potencia los planes de desarrollo rural y pone fin a las cuotas lecheras
  • Elimina las ayudas a los cultivos para biocarburantes por la crisis alimentaria
  • España es el segundo país receptor de la Política Agraria Común

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Nueva propuesta de Política Agrícola Común

Menos ayudas directas, más políticas de desarrollo rural y la desaparición de las ayudas al cultivo para biocarburantes.

Ésta es la receta que la Comisión Europea (CE) ha aprobado para reformar la Política Agrícola Común (PAC), la política que más fondos comunitarios absorbe -cerca de la mitad-, de la que España es el segundo país receptor.

En concreto, la Comisión plantea recortar un 13% las ayudas directas, en beneficio de otras políticas rurales y un aumento gradual de las cuotas lecheras hasta eliminarlas en 2015.

Además, incluye algunas medidas para paliar la escasez y los precios de los alimentos, como la supresión definitiva del barbecho obligatorio o la desaparición de las ayudas al cultivo de materia prima para biocarburantes.

La propuesta será la base para que los países de la UE se repartan un presupuesto anual que ronda 55.000 millones de euros, de los que España recibió 6.681 millones en 2006.

Más ayudas desacopladas

El documento que han preparado los servicios de la comisaria europea de Agricultura, Mariann Fischer Boel, plantea que la mayor proporción posible de las subvenciones se conviertan en un "pago único" por superficie o explotación, independiente de la cantidad producida y de la obligación de cosechar.

Esta desvinculación de las ayudas ya se aplica en la actualidad, parcialmente, para muchos sectores agrícolas como el olivar, los cereales o el algodón.

Bruselas pretende la conversión inmediata en el "pago único" de todas las ayudas de la mayoría de los sectores, aunque plantea un período transitorio para el arroz o el lino de fibra larga.

Además, la propuesta prevé que pueda continuar una parte del apoyo "acoplado" a la producción en el caso de las ayudas al vacuno de leche, ovino o caprino.

Sin embargo, España y otros países han advertido de que desligar la ayuda totalmente del volumen producido pondría en peligro el abastecimiento de alimentos, especialmente de productos de la ganadería.

Medidas contra la crisis

La Comisión también intenta en su propuesta luchar contra la crisis alimentaria, suprimiendo el régimen de barbecho obligatorio (interrumpido actualmente), que imponía al agricultor dejar sin sembrar un 10% de su superficie de cultivo, y acabando con las medidas en favor de los biocarburantes.

En el caso de las cuotas lecheras, Bruselas insiste en que este sistema termine definitivamente en 2015 y entre tanto, quiere ayudar a los productores con medidas transitorias, como un incremento gradual de esos cupos, que sería del 1% anual y empezaría a partir de 2009, lo que también aumentará la oferta.

La CE plantea incrementar la "modulación", es decir, el recorte de las ayudas directas para destinar ese dinero a planes de desarrollo rural (cofinanciados por los países), que ahora se aplica al 5% de los apoyos, para los productores que perciben ayudas superiores a 5.000 euros.

En España, solamente afectaría a un 23% de los productores, que perciben más de 5.000 euros, ya que el 77,2% restante obtiene ayudas por debajo de ese importe, según datos de 2006.

El dinero obtenido de los recortes quedará en el mismo país que se han efectuado e irá a medidas como la lucha contra el cambio climático, una mejora en la gestión del agua o la protección de la biodiversidad.

Por otro lado, Bruselas insiste en eliminar la intervención para el trigo duro, arroz y carne de cerdo "dada la situación actual en los mercados" y por el contrario, proyecta mantener un mecanismo de ayuda pública para trigo panificable, proteínas para piensos y maíz.