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El terremoto en Sichuan provoca una ola de solidaridad sin precedentes entre el pueblo chino

  • La Cruz Roja de China recibe las mayores donaciones de sus 104 años de historia
  • Los pequineses han saturado la línea telefónica para adoptar huérfanos del terremoto
  • La transparencia informativa y el mayor nivel económico, causas de la generosidad
  • El balance oficial de víctimas asciende a 40.075 muertos y 236.359 heridos

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El terremoto de Sichuan ha provocado la mayor ola de solidaridad de la población china en la reciente historia del país oriental. Para la Cruz Roja de China, es el hecho que le ha hecho recaudar las mayores donaciones de su historia, que a última hora del lunes alcanzaron los 392 millones de dólares (251 millones de euros).

"Es la primera vez que recolectamos tal cantidad de dinero en nuestros 104 años de historia", ha señalado Wang Ping, subdirector de la Oficina de Respuesta de Emergencia de la Cruz Roja de China.

La sede de la organización humanitaria en Pekín es un hervidero, con docenas de personas que entran y salen para hacer sus donaciones, y con personal dedicado exclusivamente a contar billetes, atados en fardos simétricos que forman columnas tras las que sólo se adivina a los trabajadores.

Según Wang, la notable solidaridad con las víctimas se debe a cuatro factores: la transparencia informativa que Pekín ha impuesto desde el principio, el minucioso seguimiento de los medios de comunicación, la creciente responsabilidad social corporativa y la cada vez mayor capacidad económica del pueblo chino.

Nuevo balance oficial de muertos

Según el último balance oficial, el número de víctimas del terremoto es de 40.075 muertos y 236.359 heridos, aunque se espera que la cifra siga aumentando.

La Cruz Roja de China, que cuenta con una sucursal en cada una de las 31 provincias del país, además de sendas en Hong Kong y Macao, ha empezado a invertir este dinero en aquello que más necesitan las víctimas: tiendas de campaña, agua potable, comida rápida o medicinas.

Sin embargo, la organización no da abasto, a pesar de contar con un millón de voluntarios que garantizan que el trabajo no se interrumpa nunca durante las 24 horas del día.

"Necesitamos más manos y más gente especializada, profesionales. Tenemos voluntarios pero necesitamos más especialistas en ayuda de emergencia", ha reconocido Wang en la sede de la organización en Pekín.

Este mediodía, un nuevo cargamento de ayuda humanitaria ha sido cargado por soldados en un tren de mercancías, que viaja con preferencia absoluta cada día a Sichuan.

Masivas peticiones de adopción

Hasta el momento, desde la tragedia del pasado día 12 de mayo, de Pekín han salido 728 vagones repletos de productos de primera necesidad para aliviar a las víctimas, muchos de ellos con productos de la Cruz Roja, otros muchos con bienes que gestiona el Buró de Asuntos Civiles de Pekín, que se ha encargado de enviar ambulancias o excavadoras.

Por otra parte, según Wu Shimin, director del Buró de Asuntos Civiles de Pekín, los pequineses están saturando la línea telefónica gratuita (1156) habilitada para la adopción de niños huérfanos por el terremoto.

Cientos de miles de llamadas diarias, según Wu, recibe el Buró, si bien el inicio de los procesos de adopción tendrá que esperar a que terminen las réplicas del seísmo. De momento, el Buró se afana en proporcionar apoyo emocional y financiero a las víctimas.