Estados Unidos permitirá enviar móviles a Cuba, pero exige cambios profundos a Raúl Castro
- Bush ha anunciado la medida en el primer 'Día de Solidaridad con el Pueblo Cubano'
- El objetivo es impulsar la libertad de expresión en la isla, al hilo de las reformas de Castro
- Bush ha exigido reformas económicas y elecciones libres en Cuba
El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, ha anunciado que permitirá que los estadounidenses envíen teléfonos móviles a sus familiares que vivan en Cuba, con el fin de que aumente la libertad de expresión en la isla, aunque ha pedido cambios profundos al régimen cubano que dirige Raúl Castro.
El anuncio de Bush se ha producido durante el primer Día de Solidaridad con el Pueblo Cubano, un encuentro que la Casa Blanca quiere celebrar cada año "hasta que haya libertad" en la isla. Su discurso se ha seguido también en La Habana: un centenar de disidentes cubanos se han congregado en la vivienda de un diplomático estadounidense para ver la intervención presidencial.
Ante líderes republicanos del Congreso, amigos y familiares de presos políticos y diplomáticos, Bush ha dicho que si el Gobierno de La Habana habla con seriedad sobre reformas, "ahora que al pueblo cubano se le permite comprar teléfonos móviles, se les debería permitir hablar libremente en público".
Ordenadores si Cuba libera internet
En este sentido, el presidente de Estados Unidos ha exigido que Cuba lleve a cabo reformas económicas, celebre elecciones libres y justas, permita la pluralidad política y cumpla las normas internacionales sobre derechos humanos.
En febrero pasado, el presidente de Cuba, Raúl Castro, revirtió algunas prohibiciones impuestas bajo el mandato de su hermano Fidel y permitió que los cubanos puedan comprar móviles y DVD o utilizar hoteles antes reservados a turistas extranjeros. "Si Raúl [Castro] está hablando en serio sobre lo que él llama reformas, entonces permitirá que estos teléfonos móviles lleguen a manos de los cubanos", ha comentado Bush.
También ha avanzado que permitirá que las ONG y las entidades religiosas provean de ordenadores a los cubanos si el Gobierno de la isla levanta las restricciones sobre el acceso a internet.
Reformas hipócritas
En cualquier caso, para Bush esos cambios son cosméticos y el "colmo de la hipocresía atribuirse el mérito de haber levantado la prohibición para que los cubanos puedan comprar determinados bienes que, virtualmente, ninguno de ellos puede permitirse".
Según datos de la Casa Blanca, un teléfono móvil puede costar en Cuba unos 120 dólares (76 euros) y una cifra similar para activar el servicio, cuando el salario medio en la isla es de 12 a 20 dólares (7,6-12 euros) mensuales.
En un encuentro previo con la prensa, el director para Asuntos del Hemisferio Occidental del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Dan Fisk, ha subrayado que con esta medida no se flexibiliza el embargo que mantiene Estados Unidos sobre la isla desde 1962, sino que es una táctica de presión para que haya más libertad de expresión en Cuba.