La ayuda internacional se intensifica en China
- La OMS reparte botiquines con los que se atenderá a 30.000 personas durante un mes
- ACNUR suministra tiendas y refugios de emergencia
- Desde el Programa Mundial de Alimentos se reparte arroz, trigo y aceite
- UNICEF ofrece ayuda psicológica a los niños que han vivido el terremoto
- Ban Ki-Moon visitará este sábado Sichuan para interesarse por los afectados
La Organización Mundial de la Salud (OMS) reparte botiquines en las zonas más afectadas de Sichuan, la provincia china que sufrió el terremoto cuya cifra de muertos asciende ya a 55.000. Esta organización ha enviado de forma urgente un contingente de botiquines con los que se puede atender a más de 30.000 personas durante un mes.
Por otra parte, la ONU ha confirmado que su secretario general, Ban Ki-Moon llegará mañana a la región de Sichuan para comprobar en primera persona los efectos del devastador seísmo y conocer los trabajos de reconstrucción y rescate.
La OMS ha enviado además a un equipo de expertos a la zona para reconstruir las infraestructuras sanitarias devastadas por el terremoto, repartir unas 5.000 pastillas para clorificar el agua, unidades para el tratamiento de agua y aseos móviles para controlar los posibles brotes de enfermedades transmisibles como la diarrea.
Todas las agencias de la ONU trabajan ya en Sichuán para atender a los supervivientes del terremoto que ha dejado, según cifras oficiales, 24.949 desaparecidos y más de cinco millones de personas sin hogar. Se trata del peor terremoto en 30 años que ha sufrido el país asiático, donde, de forma milagrosa, se siguen encontrando personas vivas entre los escombros.
Más de un centenar de teléfonos por satélite han sido entregados por la Unión Internacional de Telecomunicaciones (ITU) de Naciones Unidas para poder coordinar de manera adecuada a los equipos de rescate y los equipos humanitarios.
Además, el Alto Comisionado de la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR), está suministrando tiendas y refugios de emergencia, mientras que el Programa Mundial de Alimentos (PAM) está administrando y repartiendo raciones de arroz, trigo y aceite.
Por su parte, el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), forma parte de un proyecto organizado por el Gobierno chino para dar asistencia psicológica a los menores que sufren estrés postraumático y también está distribuyendo tiendas de campaña, sábanas y material escolar.
Por último, el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) ha destinado 100.000 dólares para el reparto de ayuda humanitaria. Una parte de ellos, serán destinados a coordinar la respuesta humanitaria.