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Un rescate agónico y entregado

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Los montañeros saben que hay una delgada línea que nunca deben olvidar cuando intentan subir a alguna de las cumbres más altas del planeta. Es la 'línea de la muerte¿, esa que ronda los 8.000 metros de altura, y sobre la cual el cuerpo humano no puede permanecer más de dos o tres días. A esa altitud, la presión desciende vertiginosamente, el oxígeno disminuye y el cuerpo humano no logra aclimatarse. A 7.500, la digestión se hace inviable, respirar se convierte en una tarea titánica, dormir es sumamente difícil y el riesgo de sufrir un edema cerebral o pulmonar sumamente elevado.

Sobrevivir siete días a esa altura, rondando los 7.500 metros, es una hazaña. Hacerlo con graves síntomas de edemas, sin posibilidad de andar ni hablar, es prácticamente imposible. Pero a Iñaki había que sacarlo del Annapurna como fuera, y por eso sus amigos y familiares organizaron desde Navarra una operación de rescate titánica y contra el reloj.

El encargado de administrar al navarro los primeros auxilios fue su compañero rumano Horia Colibasanu, que no quiso separarse de su lado desde que sufrió las primeras convulsiones. Poniendo en riesgo su propia integridad física, Horia permaneció en la tienda a 7.400 metros de altura hidratando y abrigando a Iñaki hasta el jueves por la mañana, cuando el suizo Ueli Steck llegó con medicamentos.

Pero en realidad Ueli no estaba solo. Ayer por la tarde, mientras Horia descendía hacia el campo III para recuperarse, el kazajo Dennis Urubko protagonizaba una de las ascensiones más rápidas de la historia del Annapurna. Cargado de oxígeno para suministrar a Iñaki, se quedó a apenas tres horas de llegar.

También a las puertas, a 6.400 metros de altura, se quedaron el ruso Alexei Molotov ¿que ha vuelto a ascender a ayudar a su amigo Iñaki aunque está aquejado de un edema pulmonar leve- y el canadiense Don Bowie, que llevaban más medicamentos y una cámara hiperbárica en la que pueden recibir tratamiento contra el mal de altura y los edemas los alpinistas.

Un tercer grupo de rescate, formado por el médico polaco Szymczak, el rumano Alex Gavan cuatro sherpas de altura, estaban intentando llegar al campo III cuando conocieron la muerte de Iñaki. ¿en total, son 14 personas que lo han dejado todo, que han puesto en peligro sus vidas por ayudar a Iñaki, y que ahora tienen que bajar de ahí¿, dice preocupado desde Navarra Jorge Nagore, uno de los coordinadores del rescate.

Este tipo de operaciones son siempre muy delicadas a esta altura ¿los helicópteros no llegan hasta allí, y hace falta gente muy preparada y bien aclimatada para poder subir- pero los amigos de Iñaki han reunido a 14 hombres de los más preparados del mundo en cuestión de horas. ¿Es una de las operaciones de rescate más impresionantes que jamás se han visto en el Himalaya. Hay gente que ha perdido vuelos a su casa, que acaba de bajar de otra cumbre y ha vuelto a subir, amigos que ya estaban en Katmandú y se han dado la vuelta¿ Estamos realmente agradecidos a todos ellos¿, dicen los amigos de Iñaki.