El rescate interesado del Titanic
EE.UU financió la operación para saber qué había ocurrido con dos submarinos nucleares hundidos en 1960 en el Atlántico norte.
Una mujer casi nonageneraria se acerca en un barco a las profundidades del Atlántico a identificar un mito hundido de principos del siglo XX: el Titanic. Es la única superviviente, y volver a ver el navío bajo las aguas le hace recordad una hermosa historia de amor... mientras sus compañeros de tripulación buscaban restos de dos submarinos nucleares de la Guerra Fría.
Si James Cameron hubiese querido ser completamente fiel a la historia del rescate del Titanic tendría que haber introducido este pequeño detalle, aunque hubiese convertido su oscarizada película en un episodio digno de John Le Carré.
Lo acaba de desvelar Bob Ballard, el hombre que dirigió que localizó los restos del naufragio en 1985, justo después de enterarse qué pasó con los submarinos USS Threscher y USS Scorpion.
Ambos se habían hundido en 1960 con 200 personas a bordo y se tenían serios temores de que al menos uno de ellos hubiese sido abatido por los soviéticos.
De hecho, este oceanógrafo recibió la autorización de utilizar el robot acuático necesario para localizar el Titanic una vez que finalizó la misión que le habían asignado los servicios de inteligencia norteamericanos.
"No se lo podía decir a nadie, había mucha presión sobre mí", ha asegurado en un documental que emitirá el Canal 4 británico.
Ballard ha matizado que se limitaron a recoger datos para los expertos norteamericanos, que nunca les contaron qué habían concluido. "Puedo hablar de eso ahora porque los archivos han sido desclasificados", ha desvelado.