Marcos Ana: "Después de 23 años era como una piedra más de la prisión"
- Dos presos liberados por Amnistía Internacional cuentan a RTVE.es sus viviencias
- El poeta Marcos Ana y el periodista marroquí Ali Lmrabet dan las gracias a la ONG
Su nombre real es Fernando Macarro, pero todos le conocen como 'Marcos Ana'. Es poeta, pero, más que por sus versos, su nombre es tristemente famoso por haber sido el preso que más tiempo ha pasado en las cárceles franquistas: 23 años ininterrumpidos, desde los 19 a los 42. En 1961 fue liberado gracias a una intensa campaña de Amnistía Internacional en el exterior. Fue el primer preso de conciencia apadrinado por esta ONG.
Ahora, con 88 años, acaba de publicar sus memorias: Decidme cómo es un árbol, como el primer verso de uno de sus poemas más famosos. Lo escribió cuando llevaba dos décadas entre rejas "y ya empezaba a perder hasta los recuerdos más simples". RTVE.es ha conversado con este símbolo de la cultura antifastista para conocer de cerca su experiencia.
"Lo más difícil fue la libertad", recuerda Marcos Ana. "Después de 23 años yo era como una piedra más de la prisión. No estaba muy preparado para vivir. Con 42 años, me mareaba al salir al campo, al ver los horizontes abiertos. Mi nervio óptico había perdido facultades al estar siempre encerrado", explica.
Estuvo dos veces condenado a muerte. Cada noche esperaba que vinieran a por él para fusilarle. Le salvaron sus fuertes convicciones y la militancia clandestina dentro de las cárceles, convertidas casi en universidades: "Sabía que lo que me estaba ocurriendo era la consecuencia de la vida que había elegido, la vida del revolucionario. Sabía que aquello tenía un precio", rememora.
Su historia es tan conmovedora que incluso Pedro Almodóvar quiere llevarla al cine. El director manchego se puso en contacto con él después de leer un reportaje en el que el poeta contaba cómo fue su primer encuentro con una mujer: a los 42 años, recién salido de la cárcel, y con una prostituta. "Almodóvar tiene una gran densidad humana, una gran sensibilidad y me dejó hechizado. Seguro que va hacer algo bonito con mi historia. Me ha gustado conocerle y convertirme en su amigo", explica Marcos Ana.
Con 88 años cumplidos y 65 vividos, "porque me quitaron 23", Marcos Ana espera que su experiencia sirva a las nuevas generaciones: "La cárcel, las condenas a muerte... Podría describir todas las barbaridades que he sufrido con odio y con rencor, pero lo hago con generosidad. Para que nadie más pase por lo que yo he pasado".
Ali Lmrabet: "Con El Jueves nos hubieran fusilado"
"Yo le debo mucho a Amnistía Internacional. No sólo porque me apoyó cuando estaba encarcelado sino por lo que hizo luego". Así de agradecido se muestra Ali Lamrabet cuando le preguntamos por su relación con la ONG. Este periodista marroquí pasó ocho meses en la cárcel a causa de una viñetas satíricas en las que, presuntamente, "ultrabaja al rey [Mohamed VI ]" y "atentaba contra la integridad territorial de Marruecos".
La viñeta mostraba tres manos que sujetaban sacos de dinero. El juez interpretó que uno de ellos era el brazo del Rey. "Yo le dije: '¿Usted está loco?' Esto es solo un dibujo. Nosotros nunca hemos dibujado directamente al Rey. ¡Con una revista como el jueves en Marruecos nos hubieran fusilado!", ironiza.
En la cárcel, le hicieron compartir módulo con criminales y violadores "como castigo". Permanecía prácticamente aislado del mundo. "Me prohibieron leer la prensa y hasta tener un bolígrafo. Algunos presos me dejaban sus móviles para llamar, móviles ilegales, claro. Pero instalaron sobre mi celda un aparato para impedir que funcionaran", cuenta a RTVE.es.
Como protesta por su situación, Lmrabet se puso dos veces en huelga de hambre. "La primera fue antes de que me condenasen. Estuve 50 días y perdí 27 kilos", recuerda. Al final, la presión de organizaciones pro derechos humanos como Amnistía Internacional surtió efecto: tras un indulto del Rey, salió de prisión en enero de 2004.
El periodista, que vive a caballo entre España y Marruecos, no olvida: "Nosotros los rifeños somos rencorosos con la gente que nos hace mal, pero somos muy agradecidos con la gente que nos hace bien", bromea. "Si Amnistía no se hubiera manifestado, hubiera pasado mucho más tiempo en la cárcel".