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El cometa Schwassmann-Wachmann se desintegra al doble de velocidad

  • Investigadores españoles han detectado 28 explosiones del cometa en seis años
  • Este número dobla al que se manejaba hasta el momento
  • El efecto de la radiación solar en su superficie está acelerando su desintegración
  • Los astrónomos aficionados han jugado un papel clave en su seguimiento

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Imagen del cometa Schwassmann-Wachmann captada por el Telescopio Hubble de la NASA.
Imagen del cometa Schwassmann-Wachmann captada por el Telescopio Hubble de la NASA.

Una cortina de partículas que reflejan la luz solar recorre el cielo una media de siete veces al año. No es una estrella que se desintegra, ni un meteorito, sino el cometa Schwassmann-Wachmann 1, un viejo conocido de los astrónomos, que se desintegra de manera acelerada bajo la atenta mirada de cualquier astrónomo avezado, aunque tengan el observatorio en su propia casa.

La colaboración de estos astrónomos amateurs ha sido crucial para que un grupo de investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) hayan descubierto que este cometa está produciendo una auténtica 'mascletá' de partículas en el sistema solar. 

"La contribución de los astrónomos aficionados ha sido muy destacada porque ha permitido obtener una cobertura temporal sin precedentes de la actividad de este cometa", ha reconocido el el investigador del Instituto de Ciencias del Espacio Josep María Trigo, que publicará el hallazgo junto a otros astrónomos en el próximo número de la revista Astronomy and Astrophysics.

Lo que han detectado estos fieles aficionados durante seis años junto a los científicos del CSIC son nada menos que 28 estallidos de este cometa -que incluso habrían podido ser algunos más-, el doble de lo que los astrónomos pensaban hasta ahora.

Fracturas por la radiación solar

La falta de periodicidad de las explosiones, unida a su intensidad variable, hace pensar a los observadores que se trata de fracturas en la superficie del cometa, produciendo chorros de partículos que se expanden a una distancia de cientos de miles de kilómetros.

Este cometa -ubicado entre Júpiter y Saturno y con una órbita casi similar a la de La Tierra alrededor del Sol- fue descubierto por Arnold Schwassmann y Arthur Wachmann el 2 de mayo de 1930.

Desde 1995, los investigadores han constatado que se encuentra en un proceso de desintegración. Este estudio detalla que el origen de las explosiones que están provocando su fractura es un progresivo proceso de cambio de fase de los hielos de su superficie provocado por la radiación solar.

"La energía requerida para pulverizar e impulsar estos materiales podría proceder de la sublimación brusca de regiones del cometa ricas en hielos de monóxido y dióxido de carbono, expuestas súbitamente a la radiación solar al fracturarse la superficie", ha subrayado Trigo.

Como resultado, se produce una densa cortina de una infinidad de micras del cometa, que ha sido captada no solo por grandes observatorios, sino también por astrónomos autodidactas con telescopios de apenas 20 o 40 centímetros o, incluso, cámaras digitales.