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Logran grabar a dos de los menos de cien ejemplares de rinoceronte de Java en el mundo

  • Ha sido necesario un mes de seguimiento para lograr las imágenes
  • Sólo quedan 75 ejemplares del rinoceronte de Java en todo el mundo

 

 

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Grabados rinocerontes de Java

Después de un mes de seguimiento, unas cámaras de vídeo diseñadas especialmente para filmar la vida salvaje han conseguido grabar las imágenes de una de las especies de rinoceronte más raras del mundo con su cría.

La madre se percató de la presencia de la cámara y la lanzó volando durante uno de los intentos, en el parque nacional de Ujung Kulon, en la isla de Java, Indonesia. Esta variedad de rinocerontes sólo se encuentran en este parque y en Vietnam.

El rinoceronte de Java es uno de los grandes mamíferos más raros del mundo, con poco más de 75 ejemplares en todo el mundo, según la organización World Wide Fund for Nature (WWF), que es la que se ha encargado de recoger las imágenes. El peso máximo del rinoceronte de Java es de 1'5 toneladas, según la Wikipedia.

Como el rinoceronte de la India, posee un solo cuerno sobre la nariz y su cuerpo está recubierto por piel gris y correosa, pero a diferencia de él rara vez se alimenta de hierba. Se trata en realidad de un ramoneador que complementa su dieta de hojas y ramas bajas con frutos.

Unos animales escurridizos

Adhi Rachmat Hariyadi, conservacionista de la  WWF en Indonesia, ha afirmado que "es muy raro capturar imágenes de los rinocerontes de Java en las profundidades de la selva. La captura de imágenes infrarrojas son muy útiles para observarlos y conocer sus hábitats de una forma más detallada".

Estos sistemas de cámaras han sido diseñados por el fotógrafo Stephen Hogg, que ha mejorado mucho la técnica para obtener imágenes de mucha más calidad. Hogg cuenta que estas filmaciones son un desafío contínuo, y más con animales tan esquivos como el rinoceronte de Java.

El empleo de sistemas de iluminación infrarroja requiere un cuidado montaje del equipo en la zona donde se va a grabar, sobre todo porque el dejar cualquier piloto luminoso a la vista puede asustar a los animales y dificultar mucho el trabajo.

Para esta grabación, Hogg camufló los equipos entre cañizos de bambú a unos diez metros del suelo y los barrizales que frecuentan estos animales. Se trata de un montaje que requiere mucho tiempo y salvar dificultades de espacio para no perder ningún ángulo de visión.