El Gobierno argentino rebaja los impuestos para las exportaciones pero el campo seguirá protestando
- La medida ha sido adoptada por el Ejecutivo de forma unilateral
- Se han reducido algunos de los impuestos a las exportaciones
- Las organizaciones agrarias han convocado un paro para el próximo lunes
Una medida unilateral para poner fin a las manifestaciones. El Gobierno argentino ha modificado los impuestos para frenar las protestas de los agricultores, pero el campo no está de acuerdo y ha convocado un nuevo paro para el lunes.
El Ejecutivo ha anunciado una corrección del esquema de impuestos a las exportaciones de granos, cuya entradada en vigor detonó un grave conflicto con los productores agropecuarios que dura ya dos meses.
"Hemos hecho algunas modificaciones con el propósito de preservar el funcionamiento de los mercados a futuro", ha dicho en rueda de prensa el jefe de Gabinete, Alberto Fernández.
Los productores rurales exigían la derogación del esquema tributario, al que consideran "confiscatorio" de sus ganancias, además de reclamar una política integral para todo el sector, incluyendo la producción de leche y de carne vacuna.
El anuncio oficial se ha producido después de que el lunes el Gobierno cancelara el diálogo con las entidades agropecuarias, que este miércoles retomaron sus protestas, con la decisión de no comercializar granos con destino a la exportación y de no enviar ganado bovino a las plantas de faena.
Se han modificado los impuestos a las exportaciones de soja, girasol, trigo y maíz.
El ministro de Economía, Carlos Fernández, ha explicado que estos precios de referencia están muy lejos de los actuales y que, de alcanzarse, el mundo estaría en una "grave crisis alimentaria".
Alberto Fernández ha afirmado que "Argentina tiene una formidable oportunidad ante un mundo que demanda alimentos, pero no queremos que esto termine tergiversando el correcto funcionamiento del campo argentino y que éste termine produciendo solo un cultivo que los argentinos no consumen (la soja)", ha dicho el jefe de Gabinete, quien ha tachado de "altaneros" a los dirigentes rurales por exigir la derogación del esquema tributario.
Argentina es el primer exportador mundial de girasol, el segundo de maíz, el tercero de soja y el cuarto de trigo, y ocupa también puestos de relevancia en el comercio global de derivados (aceites y harinas) de estos granos.
El campo convoca nuevos paros
La medida no ha satisfecho a las organizaciones agrarias, que han criticado el anuncio unilateral del Gobierno y han advertido que no resuelve las causas del problema.
Las organizaciones agrarias han convocado para el próximo lunes a un cese de actividades generales en localidades del interior del país. Las cuatro entidades que han protagonizado las protestas de los dos últimos meses han exhortado en un comunicado "a todos los trabajadores, empresarios, comerciantes, profesionales, estudiantes y público en general a adherir a la protesta agropecuaria" con un cese de actividades, "en reclamo de la inmediata convocatoria al diálogo por parte del Gobierno para resolver el conflicto".
Luciano Miguens, presidente de la Sociedad Rural, ha expresado su malestar por no haber sido consultados y ha asegurado que "no es verdad" que se hayan negado a discutir el tema.
Para Ricardo Buryaile, vicepresidente de las Confederaciones Rurales, "la presión que hoy sufre el productor es exactamente la misma". Ha recordado que hay más de 100.000 productores en las carreteras del interior del país y que, en su mayoría, parecen dispuestos a seguir con los paros.
En declaraciones a Efe, Juan Manuel Rossi, presidente de la Federación Agraria de Córdoba, ha explicado que los productores tienen una evaluación "muy negativa" de un anuncio que "no sirve para nada: Muy lejos de destrabar el conflicto, hace que los productores continuemos con la protesta".
Para Alfredo de Angeli, dirigente local de la Federación Agraria en Gualeguaychú, considerado portavoz del sector más duro del conflicto, el Gobierno "sigue confundiendo a la gente".