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Montilla descarta futuros trasvases del Ebro a Cataluña, porque se recurrirá a la desalinización

  • El presidente de la Generalitat afirma que no serán necesarias "aportaciones provisionales"
  • Asegura que "no quería el trasvase del Ebro ni antes ni ahora"
  • Argumenta que la desalinizadora de El Prat estará construida antes de falte agua
  • Los embalses catalanes rozan ya el 53% de su capacidad

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El presidente de la Generalitat de Cataluña, José Montilla, ha descartado futuros trasvases desde el Ebro aunque Cataluña entre de nuevo en una situación excepcional de sequía, ya que la desalinizadora que se construye en El Prat estará operativa antes de que se produzca esa situación.

Montilla ha señalado, además, que el conseller de Medio Ambiente, Francesc Baltasar, cuenta con "todo mi apoyo" en la gestión del agua, tras la petición de dimisión que ha hecho el presidente del PPC, Daniel Sirera, durante la sesión de control de Parlamento catalán.

El presidente catalán ha asegurado que, si el año que viene hay sequía en Cataluña, no se necesitará la "aportación provisional" que en un principio se pensaba obtener de la prolongación del minitrasvase del Ebro hacia Barcelona, puesto que la desalinizadora de El Prat ya estará construida. "La diferencia entre usted y yo es que usted quiere el trasvase del Ebro y yo no lo quería ni antes ni ahora", le ha dicho Montilla a Sirera.

Niega cambios de criterio

En este sentido, Montilla ha negado que haya cambios de criterio en la actuación de la Generalitat, puesto que "algunas de las medidas coyunturales" adoptadas ante la "emergencia" por el déficit hídrico, "pura y simplemente" se anulan cuando "desaparece la  excepcionalidad".

Tras las últimas lluvias, los embalses que forman el sistema Ter-Llobregat que abastecen el área metropolitana de Barcelona y Girona alcanzan en estos momentos el  52,89% de su capacidad, mientras que la totalidad de las cuencas catalanas se encuentra al 52,98%, según datos de la Agencia Catalana del Agua (ACA).

Estas reservas de agua han sido suficientes para que el Consell Executiu de la Generalitat decidiera pedir al Gobierno la derogación del Decreto de Sequía, que preveía el minitrasvase del Ebro, y pasar del estado de Excepcionalidad II al I, por lo que ya se puede regar y llenar  piscinas.