Urretxu aprueba otra moción cívica con el apoyo de PSE y el PNV
- El ayuntamiento ha estado gobernado por ANV, que se niega a condenar la violencia
- La moción ha contado con el apoyo del PSE y PNV, y la abstención de EA y EB-Aralar
- Es la primera en la que no se han escuchado gritos dentro de la sala de plenos
El ayuntamiento guipuzcoano de Urretxu ha aprobado esta tarde una moción ética, que ha contado con el apoyo de PSE y PNV, la abstención de EA y EB-PNVEAEBAralar. El consistorio estaba gobernado en minoría por ANV, que ha votado en contra.
La policía municipal ha impedido el acceso de la mayoría los medios de comunicación a la sala de plenos, que han tenido que permanecer en el exterior, mientras dentro la sesión ha transcurrido con normalidad.
Un grupo de seguidores abertzales ha esperado en la calle, para proferir gritos en contra del PNV, al que acusaban de "español, así como al PSOE, "PSOE y GAL son lo mismo", mientras que han dedicado aplausos a los concejales de ANV.
El alcalde pide tranquilidad
El alcalde, Iñaki Zabala, ha pedido tranquilidad durante el pleno, en el que no se han escuchado gritos como ya es costumbre, aunque sí se han exhibido carteles a favor de la "autodeterminación de Euskal Herria".
Zabala ha criticado que se exijan condenas unilaterales a un solo partido, al tiempo que ha lamentado que la "mujer valiente" que fue la portavoz socialista en Urretxu, Gemma Zabaleta, se vea envuelta ahora en "labores inquisitoriales".
Zabaleta ha respondido que ella es la misma persona y sigue defendiendo las mismas posiciones como es pedir al gobierno que diga no a ETA sin renunciar a sus proyectos políticos.
PNV pide respeto a la vida
La representante del PNV ha opinado que hay que respetar las diferentes formas de pensar, pero sobre todo el derecho a la vida, el de EA ha afirmado que "ETA sobra, estorba y mata" aunque ha denunciado la "extorsión, las torturas", el cierre de Egunkaria o el sumario 18/98, mientras que el de EB-Aralar ha expresado su disposición a apoyar la "convocatoria de una consulta" en Urretxu para que sus vecinos decidan o no retirar su confianza a ANV.
Este pueblo del interior de Guipúzcoa se convierte en la decimocuarta corporación en la que se debate la moción que exige la dimisión de los ediles que no condenen la violencia y la sexta que la aprueba, tras Pasaia, Soraluze y Legazpi, en Guipúzcoa, Ibarrangelu (Vizcaya) y Villava (Navarra).