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Un barco liberiano deja una estela de contaminación de cien kilómetros en el Golfo de Vizcaya

  • Ha dejado una mancha desde aguas españolas hasta el extremo occidental de Bretaña
  • Francia ha alertado a España, ya que la considera competente para actuar en el caso
  • Según las autoridades francesas, los residuos están casi íntegramente en aguas españolas

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Un porta-contenedores con bandera liberiana ha dejado una estela de contaminación de un centenar de kilómetros de longitud a su paso por el golfo de Vizcaya desde las aguas españolas, según las constataciones hechas por un avión de las Aduanas francesas.

La Prefectura Marítima del Atlántico de Brest (noroeste de Francia) ha informado de que las Aduanas, con las pruebas recogidas ayer por su avión, han elaborado un procedimiento ahora en manos de la justicia francesa, que debe ser entregado a las autoridades españolas con vistas al lanzamiento de un proceso sancionador del barco.

De hecho, un portavoz de la Prefectura ha explicado que un segundo avión, en este caso español, sobrevoló la zona para constatar la presencia de la mancha de hidrocarburos, de unos 100 kilómetros de largo y un centenar de metros de ancho, "casi integralmente en la zona económica española".

El "Splendid Havest", un porta-contenedores de 140 metros de largo se encontraba a unos 315 kilómetros al suroeste del cabo de Penmarc'h, en el extremo occidental de Bretaña, cuando fue detectado ayer por la mañana, junto a la estela de hidrocarburos que había dejado en su navegación desde el sur.

El barco, cargado con bananas y procedente del puerto argentino de San Pedro, siguió su camino en dirección al puerto polaco de Gdansk.

Competencia de España

No fue desviado de su ruta ni detenido porque como el asunto es competente de las autoridades españolas, serán éstas las que deben decidir las medidas pertinentes, indicaron fuentes francesas.

La Prefectura de Brest ha indicado que no hay riesgo de que los hidrocarburos contaminen el litoral francés, debido a la larga distancia entre el lugar de los vertidos y la costa.

En abril de 2006, el Tribunal de Brest, competente en la fachada atlántica francesa de los casos de contaminación marítima, impuso en abril de 2006 una multa récord de 800.000 euros al comandante de un navío con bandera de Bahamas que se descubrió que había procedido a un vertido frente a la isla de Sein, frente a las costas bretonas.

Algunas asociaciones ecologistas francesas han constatado que con el endurecimiento de las sanciones por la justicia francesa, las contaminaciones protagonizadas por barcos que circulan por esa parte del Atlántico se han desplazado más hacia el sur, donde los controles y la represión son menos severos.

El descubrimiento de esta mancha de hidrocarburos se produce en la misma semana que se detectó otra de fuel de cuatro kilómetros frente a las costas de Valencia.