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Cancela la rifa del 'piso de los cinco euros' por no poder pagar a Hacienda las tasas del sorteo

  • Había hecho 64.000 participaciones a cinco euros de su piso en Ciempozuelos
  • Hacienda le ha abierto un expediente sancionador por emprender un sorteo sin permisos
  • Devolverá el dinero a todas las personas que ya habían comprado papeletas

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Quería rifar su piso a cinco euros la participación porque no podía pagar la hipoteca "y estaba metido en un charco hasta el cuello". Pero ahora lo tiene que cancelar porque no puede hacer frente a las tasas de Hacienda de 48.000 euros para el sorteo, y en el charco "ya no hace pie" porque además le han abierto expediente sancionador.

El desempleado Miguel Marina ha tenido que suspenderel sorteo de su piso de Ciempozuelos, que había convocado a través de su web el 'piso de los cinco euros', y para el que había hecho 64.000 participaciones de cinco euros. El piso, de 77 metros cuadrados, dos dormitorios y plaza de garaje, se iba a sortear el 15 de mayo de 2009 ante notario y se iba a entregar libre de hipoteca.

Marina, que dice en su web "sentirse en deuda" con todos los participantes, devolverá el dinero a todos los que ya habían comprado su papeleta.

Días después de que convocara la rifa, la Agencia Tributaria le abrió un expediente sancionador por emprender un sorteo sin autorización legal y por no pagar de antemano al Organismo Nacional de Loterías y Apuestas del Estado el 15% en concepto de tasas de las 64.000 papeletas.

Según comentaba en su web, como no podía hacer frente a esta cantidad, una empresa había contactado con él para una posible financiación de esas tasas y del sorteo. Pero, finalmente el vecino de Ciempozuelos ha renunciado a este procedimiento y explica que devolverá todas las transferencias y el dinero recibido.

"Creía que era una buena idea en la cual íbamos a salir beneficiados mucha gente: el ganador del sorteo se llevaría un piso y plaza de garaje libres de hipoteca, yo podía salir de la crisis en la que estoy metido y el banco cobra el piso que es en realidad lo que quiere...", explica el dueño del piso, quien asegura que todo lo había hecho "de buena fe".

"Por lo menos me queda el orgullo de haberlo intentado, de haber dado ese paso hacia delante que a todos nos falta alguna vez, que, aunque lo haya dado con el pie izquierdo, espero que sólo haya sido un tropezón", concluye Marina, quien expresa su agradecimiento a todos los que participaron.