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La tuberculosis, una bomba de relojería tras el ciclón 'Nargis'

  • Unas 83.000 personas padecen esta enfermedad en el país
  • Gran parte de ellas pueden estar sin tratamiento desde la llegada del 'Nargis'
  • La interrupción del mismo puede hacer que mute la bacteria y sea más difícil de tratar

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Los desplazados del ciclón Nargis, en Birmania
Desplazados por el ciclón Nargis acuden a un puesto de socorro de la Cruz Roja Internacional . Las intensas lluvias han dejado sin hogar a millones de birmanos. Mientras tanto, la ayuda llega, pero lentamente.

Gran parte de los 83.000 enfermos de tuberculosis de Myanmar pueden estar poniendo en riesgo su vida al haber interrumpido su tratamiento desde el paso del ciclón 'Nargis', el pasado 2 de mayo.

Así lo ha advertido la Organización Mundial de la Salud (OMS), que ha enviado a sus técnicos con carácter de urgencia para ayudar a los pacientes de esta enfermedad que no han podido volver a tomar su medicación desde el desastre provocado por esta catástrofe natural.

"Irán a los hospitales y a los centros de salud, mirarán los historiales médicos, cuanta gente estaba en tratamiento y tratarán de encontrarlos en los poblados y los campamentos de refugiados", ha detallado la portavoz de la OMS, Fadela Chaib.

La interrupción del tratamiento de tuberculosis es un tema muy serio, debido a que cualquier pausa en la medicación puede dar a la bacteria que provoca la enfermedad la capacidad de mutar y hacerse inmune a las medicinas convencionales.

Posible mutación

Esto supondría a su vez pedir a los pacientes que sigan un arduo y largo tratamiento y eso solo en el caso de que aún sea curable.

"La tuberculosis es una enfermedad que amenaza la vida e interrumpir el curso de un tratamiento de seis meses puede provocar resistencia a los fármacos", ha advertido Chaib.

La tarea de la OMS no es fácil, ya que Nargis ha matado a 134.000 personas, ha desplazado a 2.4 millones y ha destruido centros de salud dotados de antibióticos.

De esta forma, ha destruido el inicio de colaboración del organismo de la ONU con la Junta Militar para luchar contra esta enfermedad respiratoria que se extiende por el aire y que mata a 1.5 millones de personas en el mundo cada año, de las unas 6.000 fallecen en Myanmar.

Aunque no hay datos de lo que está ocurriendo en Myanmar, personal de Médicos Sin Fronteras detectó el año pasado casos de inmigrantes de Myanmar en Tailandia que habían desarrollado una variante más potente de la tuberculosis por no tomar su medicación.