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El rey de Nepal abandona el Palacio Real de Katmandú

  • Gyanendra, depuesto tras la proclamación de la República, debía abandonar su residencia
  • Varias decenas de personas se agolparon a su salida, tanto a favor como en su contra
  • El monarca ha prometido seguir trabajando por el "bienestar" de los trabajadores

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El rey de Nepal abandona el palacio real de Katmandú

El rey Gyanendra de Nepal ha abandonado el Palacio Real de Katmandú, dos semanas después de ser depuesto tras la proclamación de la República y la abolición de la monarquía en el país asiático.

Varias decenas de personas se han agolpado en los aledaños del palacio para despedir al monarca, muchos de ellos entonando cánticos en su contra, aunque un grupo reducido de seguidores lo ha aclamado. Gyanendra, de 60 años, ha abandonado el palacio en un vehículo escoltado por otros tres que velaban por su seguridad.

Unas horas antes, el monarca se despedía en una rueda de prensa en el mismo palacio, durante la cuál ha prometido que continuará trabajando en favor del "bienestar" de los nepalíes.

Mantendrá el palacio de verano

"Siempre contribuiré al bienestar y a la tranquilidad del país. Espero que todo el mundo me ayude" en esta tarea, ha asegurado el rey, que conservará su fortuna, fruto de sus inversiones en el comercio del té, el tabaco y los casinos.

La Asamblea Constituyente de Nepal proclamó el pasado 28 de mayo la República y abolió la Monarquía, presente en el país del Himalaya desde hace 240 años. El Gobierno interino dio entonces un plazo de 15 días al rey para abandonar el Palacio Real de Katmandú, que expiraba este miércoles.

Sin embargo, el Ejecutivo acordó ceder a Gyanendra como residencia el que ha sido hasta ahora su Palacio de Verano, el de Nagarjuna, situado en lo alto de una colina en las afueras de Katmandú.

El proceso de paz abierto en 2006 en Nepal, después de diez años de guerra entre la guerrilla maoísta y el Gobierno, culminó en los comicios del pasado mes de abril, en los que se impusieron los maoístas. Tras la proclamación de la República, el nuevo Gobierno, previsiblemente encabezado por los maoístas, aún tiene que formarse.