Irlanda comienza el recuento bajo la atenta mirada del resto de Europa
- La baja participación en el referéndum puede favorecer a los euroescépticos
- En el resto de países los parlamentos ratificarán el Tratado de Lisboa
- Irlanda dijo "no" al Tratado de Niza en 2001 pero ratificó el texto un año después
Irlanda comienza el recuento de los sufragios del referéndum sobre el Tratado de Lisboa con la posibilidad de que, si los irlandeses no dan el visto bueno al texto que define la arquitectura de los 27, la Unión Europea entre en una crisis similar a la que siguió al rechazo de la Constitución Europea.
Está previsto que a mediodía se conozcan los primeros resultados provisionales. Algo más de tres millones de electores van a decir si o no al nuevo texto y serán los únicos que expresen su opinión en las urnas. En el resto de Europa, los otros 26 Estados miembros han optado por una ratificación parlamentaria que ya ha tenido lugar en 18 países.
Los primeros sondeos daban una ligera ventaja al "no", aunque el primer ministro irlandés Brian Cowen se mostraba confiado del europeísmo de sus compatriotas afirmando que había llevado la campaña "lo mejor que he podido, he recorrido todo el país y he abordado todos los asuntos".
Escasa participación
Hasta el momento tampoco se conocen las cifras de participación en este referéndum que es seguido con atención desde el resto de las capitales europeas. El diario Irish Times la cifra en el 50% pero la radio televisión irlandesa RTE considera que roza el 40%.
Algunos analistas creen que la baja participación puede desencadenar la derrota del "si". Las autoridades han señalado que si se produce un resultado ajustado, es decir, de una diferencia inferior a 10.000 votos entre ambas opciones se realizará un recuento nacional. En este caso se espera que los resultados se hagan públicos en torno a las diez de la noche en España.
La amenaza del rechazo al tratado por parte de 4,2 millones de irlandeses, menos del 1% de los 495 millones de ciudadanos de la UE, ha resucitado el fantasma del fracaso de la Constitución Europea, que pasó a mejor vida tras ser rechazada por Francia y Holanda en 2005.
Además los antecedentes no son halaguëños, ya que el Tratado de Niza también sufrió el rechazo irlandés en 2001, en una primera consulta en la que apenas un 34,7% de los ciudadanos ejerció su derecho al voto y acabó rechazando ese texto, mientras que un año después la participación subió hasta del 48,45% e Irlanda adoptó aquel documento.
Fuentes oficiales han indicado que la participación en la consulta popular del jueves "parece estar más cerca del segundo referéndum de Niza que del primero, lo cual es una buena señal".
El Tratado de Lisboa necesita ser aprobado en cada uno de los 27 Estados miembros de la Unión Europea para poder entrar en vigor.