'Nanysex' reconoce abusos a cinco bebés aunque afirma que las violaciones eran "simulaciones"
- Arranca el juicio contra 'Nanysex' y otros tres pederastas en la Audiencia Provincial
- Se ofrecía como canguro y abusaba de bebés, lo grababa y lo colgaba en internet
- El fiscal pide 39 años de prisión y los padres solicitan que vaya a un centro tras la cárcel
- Denuncias sobre pederastas en 900202010 y en delitostelematicos@guardiacivil.org
Alvaro I.G, conocido como 'Nanysex', ha reconocido que abusó, aprovechando su condición de canguro, de cinco niños de 1 y 2 años entre 2002 y 2004 en Collado Villalba (Madrid) y Lo Pagán (Murcia), durante el juicio contra él y otros tres pederastas por someter a vejaciones y agredir sexualmente a varios menores, entre ellos bebés.
Sin embargo, al ser preguntado sobre si violó a los bebés ha negado que hubiera penetración, alegando que se limitó a introducir su pene por debajo del pañal. No obstante, reconoció que los cuerpos que aparecen en las fotografías en las que se ve a una de las víctimas, un niño de Collado Villalba, son el de él y el de otro de los imputados, Eduardo S.M, alias "Todd".
Según los abogados de la acusación popular y particular, Alvaro reconoció que sometió a los menores a diversos tocamientos, les masturbó y les practicó felaciones. Además, admitió que grabó en video los abusos para difundirlos por Internet.
Se enfrenta a 39 años de prisión por abusos sexuales a menores. La Fiscalía no califica los hechos como agresiones al no haber en las imágenes y videos incluidas en la causa signos de intimidación o violencia, requisito legal para que un abuso pueda ser tipificado como agresión.
Los padres piden que tras la cárcel vaya a un centro
Los padres de los menores víctimas de Alvaro Iglesias., conocido como 'Nanysex' han reclamado que "recaiga todo el peso de la Ley" sobre el presunto pederasta y que se le interne en un centro psiquiátrico después de cumplir condena por los supuestos abusos cometidos a varios menores de edad entre 2002 y 2004, mientras los cuidaba.
Momentos antes que comenzase el juicio contra él en la Audiencia Provincial de Madrid, el abogado Manuel Maza, que representa a una de las madres de los niños víctimas del acusados, ha asegurado que solicitará al tribunal que se aplique a 'Nanysex' y a los otros tres procesados la medida de seguridad de internamiento para que no salgan a la calle hasta que un equipo de forenses garantice que están en condiciones de adaptarse a la sociedad.
Maza ha descrito las imágenes de los abusos de "aberrantes, horribles y lo peor que ha podido ver" en los años que ha ejercicio como abogado.
El letrado ha recordado que su clienta conoció los abusos que sufría su hijo, de un año de edad, al detectar que el menor utilizaba un vocabulario extraño. Esta mujer es una de las que mejor conoce a 'Nanysex', puesto que compartió piso con él en Collado Villalba después de que éste se ofreciera a cuidar a su hijo.
Nanysex se ofrecía como canguro y abusaba de los pequeños
La Audiencia de Madrid juzga desde esta mañana a puerta cerrada a estos cuatro presuntos miembros de una red de violadores de bebés detenidos en 2005, "Nanysex".
Para captar a sus víctimas, Alvaro, que trabajaba habitualmente en una tienda de informática y regentaba un cibercafé en Murcia, publicaba un anuncio en Internet y en los periódicos que decía: "Canguro a domicilio. Experiencia con niños y educación infantil. Si además tienes ordenador en casa, cursos de informática para niños. Disponibilidad, tardes, noches y fines de semanas".
La sección 23 de la Audiencia madrileña ha acordado celebrar el juicio a puerta cerrada con el fin de "preservar en todo momento y de manera escrupulosa" la intimidad de los menores afectados, una decisión a la que no se han opuesto ni la Fiscalía ni el resto de las partes personadas en la causa.
Un billete de Cercanías Renfe, clave para descubrir a Nanysex
La detención de Nanysex arrancó tras una complicada operación contra la pornografía infantil que empezó en Canadá. Había empezado la operación Kora, como se hacía llamar a veces Iglesias. Un policía de Toronto infiltrado como agente encubierto en una red de intercambio de pornografía infantil hizo el macabro hallazgo. La legislación del país permite a la policía infiltrarse en las redes e intercambiar archivos con los delincuentes.
Al principio era una red más sin saber muy bien de dónde provenían las terroríficas imágenes, pero todo cambió el día que Iglesias grabó la agresión a un bebé en la que se podía ver un billete de Cercanías Renfe, lo que permitió al agente contactar con la Brigada de Investigación Tecnológica de la Policía Nacional.
La operación desembocó en la detención de Iglesias, de 22 años entonces; de Eduardo Sánchez Moragues, Todd, de 24, y José Gómez Cansino, Aza, de 23.
Los acusados
- Álvaro Iglesias fue detenido en Murcia, a donde había llegado desde la ciudad madrileña de Collado Villalba. había montado una tienda de informática junto a su hermano. Antes había pasado por la localidad costera de Lo Pagán, donde abusó de un niño de tres años en el cibercafé en el que trabajaba. Iglesias intentó ir más allá y envió un currículum a Televisión Murciana, una emisora local, con la intención de presentar y dirigir un programa de informática con contenidos infantiles, tal era su afán de estar cerca de los niños. En el currículum detallaba que era un apasionado de la informática que además trabajaba como canguro. El fiscal solicitó para él 36 años de cárcel por ocho delitos de abusos sexuales. Aunque hubo sodomizaciones, el código penal exige desde 1995 que haya violencia o intimidación para considerarlas violaciones.
- Eduardo Sánchez, alias Todd, vivía en Barcelona y estudiaba Geografía en la Universidad de Lérida. Era el que más disponibilidad tenía para viajar y en uno de sus viajes llegó hasta Collado Villalba, donde abusó de un bebé de tres años en compañía de Álvaro Iglesias. Sánchez conoció a Iglesias en Madrid cuando tenía 16 años. En el encuentro Iglesias obligó a Sánchez a mantener relaciones con otro hombre. En el momento de la detención era profesor auxiliar de universidad, y tenía pensado abrir una guardería.
- El tercero es José Gómez, alias Aza, un orensano que estudiaba biología en la Universidad de Vigo. Sus compañeros lo describen como un hombre tímido de estética gótica. Está acusado de un delito continuado de abusos de dos hermanos que tenían siete y nueve años en el momento de la detención. Se cree que pudo haber tomado su alias del nombre Azazel, que significa demonio.
- El cuarto es José C.C., es socio de Álvaro Iglesias en la localidad murciana de Lo Pagán. José C.C. tenía un videoclub en el local contiguo al cibercafé de Iglesias. Ambos decidieron juntar sus negocios y asociarse. Un día, Iglesias le dio a su socio la cinta equivocada. La cinta contenía la grabación de uno de los abusos de Iglesias. Su socio, en puesto de denunciarlo a la Policía, chantajeó a Iglesias para que le cediera una parte del negocio. El pederasta abandonó la Región de Murcia para encaminarse hacia Madrid de nuevo.