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Antonio Barrientos, un alcalde sin 'alergia' al GIL

  • Este alergólogo ha pactado con todos los partidos políticos para mantenerse en el puesto
  • Al llegar al cargo pidió a los ediles "un examen de conciencia" antes de participar en política
  • Se ha opuesto al Plan de Ordenación del Territorio de la Costa del Sol impulsado por Chaves
  • La Junta le ha obligado a suspender varios convenios urbanísticos

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Aunque llegó al puesto gracias a un pacto contra el GIL, el socialista Antonio Barrientos, alergólogo de profesión, pronto demostró que no era inmune a los encantos del grupo fundado por Jesús Gil, con cuyos ex miembros acabó aliándose.

Este médico de 47 años ha pactado en su trayectoria con todos los partidos políticos para gobernar esta destacada ciudad de la Costa del Sol próxima a Marbella.

Llegó al puesto en abril de 2001, en virtud de un pacto de gobierno en contra del GIL -que era el más votado- y que suscribieron PSOE, PP, IU y el PA.

De esta forma sustituía a su compañero de partido Antonio Caba, que dimitió de la Alcaldía al pedir para él la Fiscalía cinco años de prisión por una actuación de su despacho de abogados en un caso judicial en el que fue absuelto más tarde.

Entonces Barrientos, que iba en el sexto puesto de la lista del PSOE en 1999, tomó posesión como alcalde, según dijo, con "absoluta honradez y limpieza" en un acto donde pidió a los ediles "un examen de conciencia" antes de participar en decisiones públicas.

Sin embargo, poco más de seis meses duró en el cargo al prosperar una moción de censura contra él del PP y de ex integrantes del GIL.

No obstante, logró volver a la Alcaldía tras las elecciones de 2003 por un pacto con el Partido Estepona (PES) -grupo formado por los ex componentes del GIL y al que antes impidió gobernar- y con IU al que se sumó después el PA y que acabó abandonando IU al discrepar con el alcalde.

Solo tras los comicios de 2007 logró desembarazarse del peso del GIL, al lograr un respaldo suficiente como para pactar solo con PA e IU.

Enfrentamientos con el PSOE

El alcalde de Estepona ha mantenido enfrentamientos con la dirección socialista por algunas decisiones que ha tenido que rectificar, la mayoría con el urbanismo como telón de fondo.

Por ejemplo,cuando saltó el Caso Malaya sobre corrupción en el Ayuntamiento marbellí, Barrientos llegó a comentar que "unos cuantos han confundido lo público con lo privado para enriquecerse" y que "si hay alguien que haya metido la mano en la caja, le caiga todo el peso de la ley" y lamentó que se "criminalizara" el urbanismo.

Uno de los quebraderos de cabeza que dio el alcalde a su partido se produjo en 2005, cuando fue instado a suspender la aprobación de trece convenios urbanísticos por valor de 24 millones de euros dos días antes de la entrada en vigor de la nueva ley andaluza del suelo.

Tres meses después tuvo que intervenir en otro caso el propio presidente del PSOE y del Gobierno andaluz, Manuel Chaves, quien consideró disconforme con la política urbanística de la Junta la recalificación de más de 600.000 metros cuadrados de un parque de la naturaleza que había emprendido este Ayuntamiento.

Dos días después, Antonio Barrientos tuvo que anunciar que decidía rechazar la propuesta de recalificación pese a que afirmó que se respetaba "la más estricta legalidad urbanística".

Él fue además uno de los tres alcaldes del PSOE que votó en mayo de 2006 contra el Plan de Ordenación del Territorio (POT) de la Costa del Sol Occidental presentado por la Junta de Andalucía.

   

Con todo, Barrientos es secretario local del PSOE y uno de los delegados del socialismo malagueño al próximo congreso regional del partido tras haber ocupado el noveno puesto en la lista oficialista.