Guinea Ecuatorial pide la extradición del hijo de Margaret Thatcher por intento de golpe de Estado
- Habría financiado el intento de derrocar a Teodoro Obiang en 2004
- El principal implicado asegura en el juicio que formaba parte del "equipo directivo"
- Denuncia que España y Suráfrica estaban al tanto de la operación
Las autoridades de Guinea Ecuatorial han pedido la extradición de Mark Thatcher, hijo de la ex primera ministra británica Margaret Thatcher, al considerar que jugó un papel clave en un fallido intento de golpe de Estado contra el presidente guineano, Teodoro Obiang.
Thatcher ha sido señalado como parte del "equipo de dirección" del golpe de Estado por el mercenario británico Simon Mann, el principal implicado en el juicio abierto contra los presuntos responsables del mismo.
Mann, que formó parte de las Fuerzas Especiales Británicas y que se dedicaba al tráfico de armas en África, ha asegurado ante las autoridades guineanas que Thatcher "no era solo un inversor" y que "estaba de acuerdo completamente y se convirtió en parte de los dirigentes del golpe".
Thatcher ya negó ante un tribunal de Suráfrica -país donde reside- cualquier implicación en el golpe, aunque admitió haber realizado inversiones sin revisar cuál era su destino concreto, por lo que recibió una fuerte multa.
Sin embargo, las autoridades guineanas creen que siempre fue consciente de lo que ocurría y que financió el golpe con su propio dinero.
Un golpe fallido
El golpe de Estado, desbaratado en enero de 2004, tenía como objetivo sustituir al actual presidente, Teodoro Obiang, por Severo Moto, actualmente procesado por tráfico de armas en España.
Simon Mann fue detenido en el aeropuerto de Harare (Zimbabue) junto con otros 70 mercenarios que supuestamente iban a enviar armas a Malabo para materializar el golpe, que habría sido planeado por el rico hombre de negocios libanés Ely Calil, residente en Londres.
En el país guineano ya estaba una avanzadilla de mercenarios capitaneada por el lugarteniente de Mann, Nick Du Toit, que ha sido ya condenado por terrorismo y crimen contra el jefe de Estado a 34 años de cárcel.
Mann y los otros mercenarios fueron extraditados a Guinea bajo la condición de que no fuesen condenados a muerte. Por este motivo, la Fiscalía pide 32 años de cárcel, una pena que Mann quiere cumplir en parte en su país, Reino Unido.
Por este motivo, desde su detención Mann ha mostrado una actitud colaboradora con las autoridades guineanas, implicando a los gobiernos de España y Suráfrica en el golpe de Estado.
Posible implicación de España
"Para enero de 2004 se trataba ya de una operación oficial porque España y Suráfrica dieron luz verde", ha detallado, tras reconocer que "su implicación era clandestina y nunca lo reconocerán".
"Siento mucho, mucho, mucho lo que he hecho. Estoy muy feliz de que hayamos fracasado y creo que hay gente que está seriamente implicada en esto y que no se han enfrentado con la Justicia y deberían hacerlo", ha declarado.
El gobierno guineano ha tomado grandes medidas de seguridad en el juicio para evitar un eventual asesinato del mercenario a manos de sus antiguos socios, que le ha llevado a prohibir a los asistentes del juicio -en su mayoría prensa extranjera- que lleven camisas de manga larga y a cambiarse sus zapatos para que no puedan introducir ninguna arma mortal en la sala.