Prisión sin fianza para los cinco secuestradores detenidos en Andalucía

• La banda mantuvo al gaditano Rafael Ávila encadenado sobre un colchón sucio
• Los cinco imputados afrontan cargos por secuestro y trato degradante
• Los detenidos cambiaron de escondite al secuestrado varias veces

Los titulares de los juzgados de San Lúcar de Barrameda (Cádiz), La Palma del Condado (Huelva) y Sevilla han decretado esta noche prisión sin fianza para los cinco detenidos en Andalucía por el secuestro del empresario gaditano Rafael Ávila.

Los cinco imputados han declarado desde las 20.30 horas de hoy en los respectivos juzgados y a todos se les acusa de secuestro mientras que a uno de ellos, identificado con las iniciales R.A.R.S. se le imputa además un delito de trato degradante.

Los nueve detenidos dentro y fuera de Andalucía son Raúl Brey, primo del presidente del PP, Mariano Rajoy, y J.A.G.R, ambos arrestados en Almonte (Huelva);

Luis Rodríguez Pueyo -considerado el líder de la banda- y M.I.R, detenidos en Sevilla; L.A.R.S, en Sanlúcar de Barrameda (Cádiz); y M.R.S., V.H.G.; J.M.H.G., y A.S.L., todos ellos en Madrid.

Antecedentes

Una rápida intervención de diez agentes del Grupo Especial de Operaciones (GEO) de la Policía permitió rescatar al empresario Rafael Avila Tirado, quien permanecía secuestrado en un chalé del término municipal de Ayamonte (Huelva).

Los miembros del GEO encontraron al empresario en una caseta a espaldas de la casa, de poco más de 2 metros cuadrados, encadenado y tirado en un colchón sucio.

Ese no había sido el único lugar donde había permanecido retenido sino que los secuestradores le habían cambiado en más de una ocasión de sitio, según se iban haciendo públicas noticias sobre el secuestro.

Las fuentes consultadas aseguraron que la banda de secuestradores ha utilizado un sistema de "círculos concéntricos" para contactar con la familia y pedirla el rescate.

De esta forma, se habrían servido de personas y empresarios del mismo sector que el secuestrado que mantendrían una relación personal alejada, para que fueran contactando con otras cada vez más cercanas a los familiares hasta llegar a trasladarles a éstos el importe del rescate y exigir su pago.

La investigación por parte de la UDEV de esa línea seguida por los secuestradores llevó finalmente a buen puerto la investigación.