De la pedofilia en la Red, a la pederastia en la calle
- Los pedófilos utilizan buscadores para el intercambio de sus archivos
- Internet refuerza la conducta de los pedófilos y los anima a cometer abusos
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De la pedofilía a la pederastia hay sólo un paso. El fenómeno de la pornografía infantil, cada vez más extendido por culpa de Internet, está evolucionando y cada vez son más los "consumidores" de este tipo de material, que deciden dar un paso más y protagonizar ellos mismos abusos a menores alentados por la fama que les prorporciona Internet.
Así lo advierte el jefe del Grupo de Delitos Telemáticos de la Guardia Civil (GDT), Juan Salom, que ha asegurado que si, hasta hace poco tiempo, era difícil localizar a un agresor sexual de menores, ahora es raro que no sea detenido alguno de ellos en cualquiera de las recientes operaciones contra la pornografía infantil en internet.
"Al haber más pedófilos en internet, hay un reforzamiento de la conducta, están más envalentonados, y muchos están ahora más próximos a dar el salto a la pederastia", ha advertido Salom.
Un mito de la pedofilia
Paradigmáticos resultan a este respecto ejemplos como el caso del pederasta conocido como "Nanysex", juzgado ahora en la Audiencia Provincial de Madrid y que se había convertido en un "mito" en el oscuro mundo de la pedofilia en internet.
Según los investigadores policiales, "Nanysex" tenía "fama mundial" en estos círculos por la "calidad" del material que intercambiaba con otros pedófilos y que grababa él mismo.
Material pedófilo en los buscadores
Y es que localizar en la red fotos o vídeos con abusos de menores sigue siendo relativamente sencillo. Basta con hacer una simple búsqueda en algunos de los programas de intercambio de archivos como eMule o en los buscadores más populares para encontrar material pedófilo.
En algunas ocasiones los archivos se encuentra camuflados aunque en otros están a la simple vista de todos los cibernautas, en páginas web de libre acceso o con nombres explícitos que en absoluto ocultan su verdadero contenido.
Esta facilidad hace que muchos pedófilos acumulen millones de archivos por el mero hecho de coleccionar material e intercambiarlo con otros usuarios, en una espiral de proselitismo que provoca que el fenómeno crezca de forma exponencial.
"Antes hacíamos una operación con cincuenta detenidos y no había pederastas. Ahora siempre encuentras cuatro o cinco que han hecho 'turismo sexual' o que han abusado de un sobrino, les ha hecho unas fotos y después las ha colgado en internet", ha explicado el jefe del GDT.
Rastreo en busca de abusadores de menores
A pesar de los últimos golpes policiales, el uso de redes de intercambio de archivos, tipo eMule, sigue siendo mayoritario. Para combatirlo, la Guardia Civil dispone del programa "Hispalis" que rastrea la red pública a la búsqueda de fotos o vídeos con imágenes con abusos de menores.
"Hispalis" cuenta con una base de datos de archivos pedófilos y localiza a los internautas que los almacenan y los ponen a disposición de otros usuarios.
Los pedófilos tampoco se quedan de brazos cruzados y ya se ha detectado a algunos adictos a la pornografía infantil que han comenzado a cifrar sus archivos para que no puedan ser visionados ni por sus familias ni por los investigadores policiales.
Normalmente emplean aplicaciones de encriptación de acceso libre o incluso gratuitos como el reputado PGP (Pretty Good Privacy), que garantiza una confidencialidad casi absoluta y que resulta muy engorroso de desentrañar por parte de las fuerzas de seguridad.
Origen extranjero
A pesar de este repunte de la pederastia en España, afortunadamente la inmensa mayoría de la pornografía infantil que circula por internet tiene su origen en el extranjero y los casos de abusos a menores en España siguen siendo los menos.
"No obstante, siempre hay una víctima, siempre hay un niño que es agredido sexualmente", ha lamentado el jefe del Grupo de Delitos Telemáticos de la Guardia Civil, que ha destacado la importancia de la colaboración ciudadana a la hora de localizar y detener a los miembros de redes de pornografía infantil