Dylan encandila al público zaragozano
- El músico actuó en la Expo ante 15.000 personas en su primer concierto de la gira
- Durante algo más de hora y media enamoró con sus canciones de siempre
- La próxima cita será Pamplona
Bob Dylan inició este lunes por la noche la gira que le llevará por 11 ciudades españolas con una puesta en escena cuidada y austera, que cedió todo el protagonismo a las canciones que durante una hora y media atraparon a las más de 15.000 personas que se congregaron en la Feria de Muestras de Zaragoza para disfrutar de uno de las citas musicales más esperadas de la Expo, a la que el legendario músico no permitió entrar ni a fotógrafos ni a cámaras de televisión.
Dylan, que se presentó en el escenario poco antes de que anocheciera cubierto con un sombrero blanco y su habitual traje negro, arrancó el concierto con "I'll be your baby tonight" del álbum de 1967 "John Wesley Harding" y continuó con tintes de 'country' uno de los clásicos de "The Freeweling", "Don't Think Twice, It's All Right".
Ésta fue la carta de presentación de Dylan en su primera actuación en España tras la concesión del Premio Príncipe de Asturias de las Artes de 2007, que abordó sin detalles para la galería y sin despegarse de los teclados en ningún momento.
A continuación, los solos de guitarra de "Just like Thumb's Tom Blues" despertaron a un público que hasta el momento había guardado las distancias con el cantante estadounidense y que, poco a poco, se sumergió en la propuesta musical de Dylan, sobria, intimista y directa.
Los acordes más templados de "Shelter from the storm" terminaron por atrapar a las más de 15.000 personas que se dieron cita en la explanada de la Feria de Muestras de Zaragoza, cuya atmósfera hizo revivir por momentos el recogimiento sonoro de un antiguo salón de conciertos.
La delicadeza de "Just like a woman" del "Blonde on Blonde" (1966), atenuada ligeramente por la voz aguardentosa del bardo de Duluth, cedió el testigo a la 'oscarizada' y potente "Things have changed", una de los temas más celebrados por el público hasta ese momento.
Con "Beyond the horizon" y "When the deal goes down", de su último álbum "Modern times", una casi irreconocible "Tangled up in blue" y "Highway 61 Revisited", Dylan preparó al auditorio que se preguntaba si finalmente habría incluido en el repertorio de esta noche "A hard rain's a-gonna fall", la canción que cedió como himno oficial para la Expo de Zaragoza.
Finalmente lo hizo y con ella encaró la recta final de la primera parte del concierto, en la que todavía hubo tiempo para hacer un 'rock'n'roll' con "Summer days" y desgarrar la surrealista y aplaudida "All along the watchtower".
No hubo sorpresa en los bises, que aprovechó para presentar a la banda habitual en las únicas palabras que dirigió al público.
Tony Garnier -bajo-, George Recile -batería-, Stu Kimball y Denny Freeman -guitarras- y Donnie Herron -guitarra, banjo, violín, viola y mandolina- flanquearon a Dylan al que acompañaron sin mácula en cada uno de los géneros que se propusieron interpretar, desde 'country' al 'rock'n'roll' pasando por algunas incursiones en el jazz.
Para el final, los dos temas con los que normalmente cierra los conciertos de esta gira: "Thunder on the mountain", canción que abre el "Modern Times", y la más esperada, "Like a rolling stone", coreada con fuerza por un público que por momentos pareció absorto y atrapado en la red de canciones que Dylan tejió esta noche para ellos.
Eso fue todo, un saludo con las manos en alto, un tímido movimiento de caderas y de vuelta al autobús que le llevará hasta el próximo 10 de julio por once ciudades españolas. Próxima parada, Pamplona.