La marea adolescente de Tokio Hotel: un fenómeno fan que no conoce fronteras
- Tokio Hotel se ha alzado como uno de los grupos que arrasan entre las adolescentes
- Un ejército de jóvenes fue a Rock in Río con sus padres para ver en directo al grupo
- De estética gótica y aspecto andrógino, han creado el último fenómeno fan de masas
- El grupo, que no llega a la veintena, consiguió un estado general de histeria en las primeras filas
- Cuéntanos si estuviste en el concierto y cómo fue tu experiencia en los comentarios
El segundo día del Festival Rock in Río fue muy especial para una legión de jóvenes adolescentes que acudieron al festival a ver a uno de los fenómenos fan más fuertes del momento en Europa: se llaman Tokio Hotel y todavía no alcanzan la veintena de años.
El solista del grupo, Bill Kaulitz, dejó una espina clavada en sus fans españolas en marzo, cuando tuvo que suspender un concierto por culpa de un problema en sus cuerdas vocales.
Bill Kaulitz es un joven andrógino de estética gótica que tiene encandiladas a las adolescentes, e incluso a algunas de sus madres, que no dudaron en recorrer la geografía peninsular para compartir con sus hijas la fiebre que despierta este grupo alemán.
El fenómeno comenzó con Devilish, diabólico en español. Fue el primer nombre que tuvo el grupo hasta que Sony los fichó en 2003 y pasaron a llamarse Tokio Hotel. Fue un fenómeno que nació en Magdeburgo, Alemania, y que hoy arrasan entre las quinceañeras de medio mundo.
Las fans en Rock in Río, enloquecidas
El escenario Mundo del festival se llenó desde primeras horas de la tarde de jóvenes entre 12 y 25 años que, acompañadas en su mayoría por sus padres, no pararon de corear el nombre de su grupo favorito.
Unas optaban por pintarse el anagrama japonés del grupo, otras por las cartulinas negras llenas de corazones y mensajes de amor en alemán. Los tatuajes, los peinados góticos y las ropas oscuras inundaron las primeras filas. Poco importaba que quedasen todavía más de cinco horas para que empezara la actuación del grupo.
Unas tres horas antes de Tokio Hotel, la brasileña Ivete Sangalo hizo las delicias del numeroso público brasileño, formando una amalgama de colores que se mezclaban con las ropas oscuras y las caras angelicales de las niñas de Tokio Hotel.
Llegó el concierto
Las histeria se apoderó de las jóvenes tras la actuación de Carlinhos Brown. En el momento de la cuenta atrás, que marcaba los segundos previos a la llegada al escenario del grupo, no cabía un alfiler en la valla próxima al escenario. El humo inundaba el escenario Mundo y apareció el grupo. Algunas fans incluso se animaban a corearlos en alemán.
Los padres, mientras tanto, se conformaban con identificar los brazos de sus niñas entre la marabunta juvenil. El grupo comenzó su repertorio y las chicas coreaban las letras como si fuesen cantadas en su lengua materna.
"Break away" fue el elegido para abrir el concierto, al que seguirían otros éxitos de su repertorio como "Final day", "Love is dead", "Black", "Scream", "Reden", "Heilig", "Geh", "Don't jump" -con la que Bill se bajó del escenario e hizo que estallara todavía más la histeria, si acaso era posible- "Monsoon", -tras la que los espectadores les gritaron eso de "a por ellos"- "In die macht" o "By your side", con la que pusieron fin a su participación en el festival.
Una vez que el concierto terminó, los padres acudieron prestos en busca de sus hijas. En ese momento, la mayoría entró en un repentino estado de tristeza y llanto por el adiós del grupo, que se marchaba a Lisboa.
Hablan las fans y sus padres
- Juliette tiene 17 años y ha llegado desde Granada ella sola. Para poder estar a tiempo llegó a Madrid a las 11 de la noche del viernes, afirma que los escucha desde que salieron y que lo que más le gusta son las letras y, cómo no, Bill, el solista.
- Cintia es de Madrid y tiene 18 años, y coincide con Juliette en que lo que más le gusta del grupo son las letras, aunque sólo las que están en inglés, porque con el alemán no puede.
- Ismael tiene 42 años y ha venido desde Sevilla con sus dos hijas de 11 y 20 años, y afirma que "las chicas modernas están locas perdidas y hechas unas fans tremendas". Ismael reconoce que la afición de sus hijas ofrece "cosas buenas", aunque puntualiza que le gusta el grupo siempre que no influya "en las drogas y la mala vida". El afán de las chicas por alcanzar la primera fila lo ha obligado a "estar al pie del cañón" desde las dos y media del mediodía, ocho horas antes de que comenzara el concierto.
- Rocío Jiménez tiene 14 años y ha venido al concierto con María, su madre. Rocío está muy contenta porque el grupo le ha firmado un disco. "No hablo alemán, pero fueron majísimos conmigo". Tanta emoción le costó una afonía: "El día 13 gritando en la firma de discos, el día 14 en el concierto también, así que el día 15 no podía hablar".
- Andrea tiene 12 años y es una privilegiada. Al concierto de Barcelona fue con su padre y a Rock in Río ha venido con Loli, su abuela, y Araceli, su tía. La abuela dice que "me gustan porque son buenos, me recuerdan a los Guns N' Roses... Son lo más, yo soy fan por la niña".
- Ginés Cárceles viene de Murcia con su mujer, otros dos matrimonios, y sus hijas. Ginés afirma con humor "que las madres son las más interesadas, míralas ahí en primera fila". En el momento del encuentro, sus hijas están desaparecidas entre el ejército de fans, aunque afirma tranquilo: "sólo les veo las manos".
- Tania es de Zaragoza y tiene 15 años, ha venido con una amiga a Rock in Río. Su ropa de estética gótica y su peinado emulando a Bill Kaulitz ha cautivado a sus correligionarias. Ella misma reconoce que, aparte de la música y Bill, le gusta mucho la estética y por eso la emula.