Un informe desvela que EE.UU. aprobó una dotación de fondos para operaciones secretas contra Irán
- Lo publica The New Yorker, citando fuentes parlamentarias, militares y de inteligencia
- Los líderes de Congreso y Senado dieron su apoyo a la petición firmada por Bush
- El objetivo de las operaciones sería socavar las ambiciones nucleares iraníes
- La Casa Blanca ha negado sistemáticamente que prepare operaciones contra Irán
Los líderes del Congreso estadounidense dieron su apoyo a finales del pasado año a una petición de fondos del presidente George W. Bush para aumentar las operaciones secretas en Irán dirigidas a desestabilizar al régimen, según ha publicado la revista The New Yorker en un informe firmado por Seymour Hersh.
El artículo se centra en una directiva presidencial altamente confidencial firmada por Bush que, tal y como obliga la ley de EE.UU., fue dada a conocer a los líderes demócratas y republicanos de Congreso y Senado y a los principales miembros de los comités de inteligencia.
"La directiva estaba centrada en socavar las ambiciones nucleares de Irán y en tratar de socavar el gobierno a través de un cambio de régimen", cuenta el artículo citando a alguien cercano a su contenido e implicado en "trabajar con grupos y pasando dinero".
Bush pidió hasta 400 millones de dólares para este aumento de operaciones secretas, y los líderes parlamentarios aprobaron la petición, según el artículo, citando fuentes fuentes parlamentarias, de inteligencia y militares.
Las operaciones clandestinas contra Irán no son algo nuevo. Fuerzas de Operaciones Especiales estadounidenses han conducido operaciones a través de las fronteras de Irak desde el año pasado, que incluyen el apresamiento de miembros de Al Quds, el brazo armado de la Guardia Revolucionaria Iraní, para interrogarlos en territorio iraquí, y también la persecución de "objetivos de alto valor" en la lucha contra el terrorismo, que podían ser capturados o asesinados.
Pero la escala y el alcance de las operaciones en Irán, incluyendo a la CIA, han sido últimamente significativamente incrementados, dice el artículo.
El informe del New Yorker dice que EE.UU. apoya a los grupos disidentes con el objeto de provocar una respuesta contundente por parte de Irán, que podría servir de excusa a la administración Bush para intervenir.
Ni los líderes demócratas, ni la CIA o la Casa Blanca, que ha negado sistemáticamente estar preparando operaciones militares contra Irán, han querido hacer comentarios al autor del informe.