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Consejos prácticos para viajar con el coche este otoño

  • La DGT recomienda tener cuidado con lluvia, niebla y hielo

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El otoño es el periodo del año de transición climática en donde de unas condiciones ambientales suaves como es el verano, pueden hacer aparición importantes fenómenos meteorológicos adversos que nos pueden sorprender en carretera al estar poco habituados a ellos durante el periodo veraniego.

Entre ellos se encuentran la lluvia, niebla y el hielo que van anunciando en cierta manera la llegada del invierno.

Otro factor importante a destacar y característico del otoño es el que las noches se alargan, aumentando por tanto los riesgos de accidente al ser la conducción nocturna más peligrosa que la que se realiza por el día.

Antes del viaje

  • Poner el vehículo a punto para el otoño por medio de una revisión.
  • Revisar el buen estado mecánico y especialmente comprobar los frenos.
  • Comprobar las escobillas y funcionamiento del limpiaparabrisas ( durante el verano y debido a las altas temperaturas han podido quedar en mal estado) y comprobar también la luneta térmica.
  • Comprobar el alumbrado del vehículo, antiniebla y sus reglajes.
  • Niveles de líquido de frenos, de aceite y del limpiaparabrisas.
  • Limpiar el vehículo, cristales, faros, antiniebla, pilotos, retrovisores y elementos reflectantes para ver y ser vistos.
  • Comprobar la presión, dibujo y ranuras (mínimo 1,6 mm) de los neumáticos para asegurar una buena adherencia a la carretera y evitar el deslizamiento.
  • Llevar los recambios imprescindibles como son: rueda de repuesto a la presión necesaria y herramientas para su colocación; juego de luces en perfecto estado y herramientas para su colocación; dos triángulos de avería.
  • Informarse antes de realizar el viaje, de la posibilidad de que se produzcan condiciones meteorológicas adversas en carretera.
  • Si las condiciones meteorológicas no son favorables retrasar en lo posible la salida hasta que desaparezcan.
  • Si se parte advertir en el destino de un posible retraso debido a la existencia de condiciones desfavorables en carretera.

Durante el viaje

Si durante el viaje por carretera en este periodo otoñal, apareciesen condiciones meteorológicas desfavorables tener en cuenta que conducir en esta situación aumenta la tensión nerviosa y la fatiga visual conllevando por tanto a una disminución de la atención y siendo la causa de riesgo de accidente.

En los trayectos largos, no dude en pararse en un área de descanso y esperar a que las condiciones mejoren.

Siempre ante estas condiciones, prestar mucha atención a la conducción y como norma general: disminuir la velocidad y aumentar la distancia de seguridad.

Con lluvia

  • Encender las luces de cruce para ser vistos mejor, regla esencial "ver bien y ser visto".
  • Comprobar el correcto funcionamiento de los limpiaparabrisas y luneta térmica.
  • Orientar la calefacción interior del vehículo hacia los cristales para combatir el vaho que se forma por la humedad y limpiarlos con una bayeta seca.
  • Comprobar periódicamente la eficacia de los frenos, tocándolos suavemente para secar la humedad de las pastillas.
  • No frenar bruscamente para evitar el deslizamiento (acquaplanning).
  • Tener presente que la distancia de frenado es mayor con lluvia, por lo que aumentaremos la distancia de seguridad con el vehículo delantero (Regla del Cuadrado).
  • Regla del Cuadrado es la medida para el cálculo de la distancia de seguridad que engloba las distancias con el vehículo delantero por tiempo de percepción y reacción a una velocidad determinada. Por ejemplo: si circulamos a 90 Km/h; elimine la última cifra quedando 9 y multiplique este número por sí mismo: 9 x 9 = 81 luego la distancia de seguridad al vehículo que va delante debería ser 81 metros.
  • La distancia de seguridad en calzadas mojadas será el doble que en las de calzadas secas.

Con niebla

  • Encender las luces de cruce y alumbrado antiniebla (Regla esencial "ver bien y ser visto").
  • Adaptar la velocidad y distancia de seguridad con el vehículo delantero en función de la visibilidad (Regla de las 3V, es la medida a respetar con niebla): Visibilidad (V) = Velocidad (V) = Vehículo delantero (V). Ejemplo: Visibilidad (50 metros) = Velocidad (50 Km/h) = Vehículo delantero a 50 metros.
  • Comprobar el funcionamiento de los limpiaparabrisas.
  • No frenar bruscamente y evitar adelantamientos.
  • En caso de cualquier incidencia en carretera, encender inmediatamente los intermitentes de emergencia, faros y alumbrado antiniebla.
  • Cuando la niebla sea muy densa, tomar como referencia las marcas viales de la derecha de la calzada.
  • En autopista y autovía circular siempre por el carril derecho.
  • Prestar atención a los vehículos de dos ruedas y a peatones por ser menos visibles con niebla.

Con hielo

  • Saber reconocer con anticipación los tramos o zonas con hielo para no tener que utilizar los frenos.
  • Disminuir lentamente la velocidad y mantenerla muy reducida.
  • Evitar frenar o cambiar bruscamente de dirección.
  • Evitar aceleraciones y deceleraciones, así como adelantamientos.
  • Tener presente la dirección y comportamiento del resto de vehículos que puede ser imprevisible.

De noche

  • Cuando se circule a la puesta del sol o se aprecie disminución considerable de luz solar encender las luces (regla esencial "ver bien y ser visto").
  • Por la noche disminuir la velocidad hasta un 20% respecto a la velocidad permitida, pues al circular con luz de cruce, la zona iluminada por los faros puede ser muy inferior a la distancia de parada.
  • Llevar el vehículo aireado.
  • Escuchar la radio o música.
  • Prestar mucha atención a las noches con lluvia, pues el barro y polvo salpicado se acumulan rápidamente en los faros e intermitentes del vehículo reduciendo hasta un 50 % su visibilidad. Parar a menudo para efectuar su limpieza.
  • Detenerse cada dos horas o siempre que se observe fatiga o somnolencia, haciendo ejercicios respiratorios o andar para recuperar la capacidad necesaria para conducir.
  • Los signos de fatiga pueden manifestarse en somnolencia, dolor de cabeza, cuello o espalda, picor de ojos, cambio continuo de posición en el asiento conductor, sensación de tener mucho calor.